Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! De nueva cuenta la negligencia dio como resultado la muerte de una mujer el sábado pasado al filo del medio día, esto sucedió en el nodo vial de La Cruz a unos metros del Hospital Central de Tepic. ¿Qué hacía esta mujer caminado por el interior del Nodo vial?, ¿dónde está la vigilancia que debería de tener Tránsito Municipal en las entradas de este nodo?

Podríamos hacernos miles de preguntas, pero la verdad serían sin respuestas, una vez más queda demostrado que a la sociedad nos importa una pura y dos con sal la educación vial, ejemplos de muertes tenemos que desde hace tiempo, como el puente que deberían de usar los peatones para cruzar la Avenida Insurgentes a la altura de la tienda del Chino Ley en el Rodeo, han sucedido ya una decena de muertes por atropellamiento por no usar dicho puente.

Otro puente peatonal que ya ha tenidos decesos lamentables es el ubicado en la Av. Insurgentes y calle Egipto, algunas personas se dieron a la tarea de hacer un hueco en el muro de contención que divide la avenida Insurgentes por tal de no subir ese puente, y constantemente se ven personas asomándose por el hueco esperando para correr y así atravesar la avenida.

En este puente quizás les demos un poco de razón, debido al mal estado del mismo por la falta de mantenimiento, pues al subirlo si no siente que se cae, cuando menos se va cuidando de que no se le vayan a encajar en sus pies alguna punta de las oxidadas láminas que ya están puntiagudas por todos lados como los erizos, total el uso para el que fue construido no se le da.

Luego tenemos el otro puente que le costó al Ayuntamiento varias decenas de miles de pesos, este está frente al Tecnológico de Tepic, a pesar de que ya le pusieron unos metros de malla de contención, los estudiantes aun se pasan por donde no hay malla por tal de no subirlo, aquí también podemos decir que ya ha habido muertos por cruzar la avenida por donde no se debe, pero esto no les importa ni a los estudiantes que diariamente se cruzan por ahí.

Luego está el elefante blanco construido unos metros adelante del cruce de la avenida Aguamilpa y la carretera a Guadalajara, súper puente que quién sabe a quién se le ocurrió esta magna construcción donde no pasa nadie, una por falta de habitantes en la zona y la otra que esta fuera de la ciudad, a la mejor con este puente se quisieron adornar para que los visitantes a nuestra capital digan «mira qué bonita ciudad», total Cota Jiménez le puso una estatua de Amado Nervo unos metros más adelante como para afianzar la estancia de los visitantes.

Pero bueno hablamos ahora de accidentes por la falta de educación vial, aquí bien podríamos echarle la culpa también a las autoridades, pues nadie vigila el paso de peatones por los puentes, los tránsitos municipales se llevan mejor vigilando a los automovilistas que estos son los que les dejan dinero, ya sea en «mordidas» o en los cobros de las altas multas, los peatones como dicen no les dejan viaje.

Lo cierto es que ya van decenas de vidas las que ha cobrado la negligencia, ahora este pobre hombre deberá de pagar por la muerte de esta mujer, pues como quiera que haya sido aquí podría ser homicidio imprudencial, pero esto no lo exonera completamente de la culpa, en fin, algún día tránsito municipal se dará cuenta que la vigilancia de estos nodos viales también es su responsabilidad, por lo pronto la cuenta de muertos por este tipo de accidentes sigue en aumento.

Ojalá y Karin Cabrera ya después de un año se baje de su pedestal y muestre un resultado satisfactorio de su trabajo a la ciudadanía, que en lugar de andarse paseando y limpiándole las calles por donde pasa el «jefe» a su leonera ahí cerquita del Santuario de Guadalupe, mejor se dedique a vigilar a sus agentes para que hagan su trabajo como debe de ser, pero si Karin no puede con el paquete, muy fácil, que renuncie.

Esto último sería como pedirle peras al olmo, sería darle la espalda a un jugoso salario, gasolina a discreción para él y su familia, y por último si renuncia ya no se creería el guapo de la colonia quedando bien con las jovencitas, total mejor decimos como dice Chuy Cervantes «sangre de Cristo cuanta maldad».