Por Octavio Camelo Romero
Para el Capital el campo mexicano ha representado no solamente la imagen objetivo de su dominación sino que se ha constituido como una verdadera meta de largo plazo, además de ser de mucha complejidad. A su paso por este transitar, el capitalismo se ha encontrado con múltiples y variados obstáculos.
Algunos de ellos corresponden a verdaderas prácticas sociales; otros son normas jurídicas o leyes y no han faltado los luchadores sociales. Sin embargo tampoco han faltado quienes desde posiciones anti feudales han jugado un papel revolucionario en la lucha del capitalismo contra el feudalismo.
Es innegable que Don Miguel Hidalgo, Don José María Morelos y Pavón, etc. personificaron a la naciente burguesía mexicana que luchaba para zafarse de las ataduras de las relaciones de feudales de producción a que estaba sometida con el propósito de establecer y desarrollar las típicas y características relaciones capitalistas de producción.
El Capital en un cierto momento de su desarrollo cuenta con funcionarios públicos provenientes no necesariamente de la burguesía, aunque en otros momentos reclama esos espacios públicos para su clase social. Es como en las empresas, los ejecutivos de las mismas son capitalistas en funciones en tanto sus sueldos provienen de la parte de la plusvalía creada por los asalariados.
De manera semejante en el gobierno los funcionarios aunque no pertenezcan a la clase capitalista en cuanto tal, por sus funciones en beneficio al Capital y por el origen de sus sueldos, son capitalistas en funciones y en cuanto tales harán que el Estado-Nación este al servicio del régimen capitalista de producción.
Y conforme se desarrolla el capitalismo se va sucediendo la clase de funcionarios para que el Estado adopte nuevas medidas y se adecue a las exigencias de la evolución del régimen de producción capitalista. Por eso desde el periodo presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado hasta el del presidente Enrique Peña Nieto se han hecho las adecuaciones pertinentes para que el capitalismo global domine en México y el campo mexicano se convierta en el destino de la inversión minera canadiense.
Se sabe que el 70% del territorio mexicano es apto para desplegar actividades mineras. Y que de 2007 a 2012 se tenía una inversión acumulada de 21,251 millones de dólares en la minería. Sin embargo también se sabe que en Zacatecas los integrantes de 10 ejidos rentaron sus tierras a consorcios y empresas mineras para explotación del subsuelo.
Los ejidatarios de El Vergel, Las Mesas, Cedros y El Refugio en el Municipio de Mazapil rentaron 5,400 hectáreas a la firma canadiense Gold Corp para operar la mina a cielo abierto “Peñasquito”, que por cierto es la más grande de oro y plata en su tipo en América Latina. Los canadienses habían acordado pagar $0.50 por metro cuadrado.
Pero los campesinos renegociaron a través del Tribunal Agrario un nuevo pago. Y se sabe que en Tabasco el Grupo La Veta de San Migue y el Grupo Industrial colombiano compraron 7,000 hectáreas de tierra a $30,000.00 cada una. También se sabe que varios millones de campesinos emigraron a EEUU como consecuencia del bajo ingreso agrícola. Y que el 60% de los ejidos de los estados del norte están rentados.
Indiscutible que estas situaciones son consecuencia de la liberación de las ataduras del campo, es decir de PROCEDE así como también de la dominación del Capital en el agro mexicano. El desarrollo tecnológico en la industria minera ha hecho que en México las compañías del ramo regresen a antiguas áreas que habían sido agotadas por los métodos mineros convencionales utilizados en el siglo pasado o incluso en siglos anteriores.
En este siglo XXI se extraen con tecnologías de punta los depósitos minerales dispersos incluyendo la minería a cielo abierto. Para tales efectos se usa la hidrometalurgia, la pirometalurgia y la electrometalurgia. Sin embargo las consecuencias son catastróficas. La minería a cielo abierto en otros lugares del planeta destruyó por completo la tierra que contiene los minerales dejando enormes cráteres y enormes pilas de escombro contaminado que emiten gases tóxicos al ambiente, lo cual implica la pérdida del hábitat para cualquier forma de vida y consecuentemente la tierra se muestra inservible para la agricultura, etc. Eso es lo que los mexicanos tendremos al final de esta pesadilla de gobernantes. En fin.