Por Octavio Camelo Romero
Eran las 17 horas del día 10 del mes en curso y se escucha el toque de atención del corneta de orden de la banda de guerra del ejército mexicano. El maestro de ceremonia estuvo listo para dar la instrucción verbal de firmes y saludar al lábaro patrio. Daba inicio el acto de homenaje al Dr. Felipe Vitela Mora dentro del marco del 102 aniversario luctuoso de la muerte del Dr. Belisario Domínguez Palencia.
Don Belisario fue un médico y político mexicano de ideología liberal y opositor de Victoriano Huerta. Nació en Comitán Chiapas el 25 de abril de 1863 y lo asesinan por instrucciones de Huerta el 7 de octubre de 1913. En 1909 fue electo Presidente Municipal de Comitán para tomar posesión del cargo el 1 de enero de 1910. Su gran labor fue rápidamente reconocida y admirada.
En 1912 fue propuesto como candidato para senador, aunque él prefirió ser suplente de su amigo Leopoldo Gout quien triunfó por enorme margen. A principios de 1913, junto con su hijo se trasladó a la capital del país. El doctor se instaló en el Hotel Jardín y su hijo en una casa de pensión.
Ambos fueron testigos de los acontecimientos de la Decena Trágica. Se conoce como Decena Trágica al movimiento armado que tuvo lugar del 9 de febrero al 18 de febrero de 1913 para derrocar a Francisco I. Madero de la Presidencia de México. Supo la noticia del asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, presidente y vicepresidente de México respectivamente y del ascenso del golpista Victoriano Huerta.
A los pocos meses el senador Leopoldo Gout murió y Belisario Domínguez ocupó su cargo. En el Senado de la República su intervención fue decisiva para evitar el permiso de arribo de navíos estadounidenses al Puerto de Veracruz cuyo fin según Don Belisario, era preparar una invasión.
Seguramente si hoy viviera el Senador lo volverían a asesinar por andarse oponiendo a la intervención de EEUU en los asuntos internos y en la vida de México. En seguida se hace la siguiente pregunta que responde de manera contundente: “¿Qué debe hacer en este caso la representación nacional? Corresponder a la confianza con que la patria la ha honrado, decirle la verdad y no dejarla caer en el abismo que se abre a sus pies.”
Y sigue: “¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores, todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan en política, que están al corriente de los sucesos del país y que no pueden ser engañados sobre el particular. Se pretende engañar a la nación mexicana, a esa patria que confiando en vuestra honradez y vuestro valor, ha puesto en vuestras manos sus más caros intereses.”
Más adelante enfatiza: “¿A qué se debe tan triste situación? Primero, y antes de todo, a que el pueblo mexicano no puede resignarse a tener por Presidente de la República a don Victoriano Huerta, al soldado que se apoderó del poder por medio de la traición y cuyo primer acto al subir a la presidencia fue asesinar cobardemente al presidente y vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular.
Y segundo, se debe esta triste situación a los medios que Victoriano Huerta se ha propuesto emplear para conseguir la pacificación. Estos medios ya sabéis cuáles han sido: únicamente muerte y exterminio para todos los hombres, familias y pueblos que no simpaticen con su gobierno.” Ya para terminar sentencia:
“Sin embargo, señores, un supremo esfuerzo puede salvarlo todo. Cumpla con su deber la representación nacional y la patria está salvada y volverá a florecer más grande, más unida y más hermosa que nunca… La representación nacional debe deponer de la presidencia de la República a don Victoriano Huerta por ser él contra quien protestan con mucha razón todos nuestros hermanos alzados en armas y de consiguiente, por ser él quien menos puede llevar a efecto la pacificación, supremo anhelo de todos los mexicanos.
Me diréis, señores, que la tentativa es peligrosa porque don Victoriano Huerta es un soldado sanguinario y feroz, que asesina sin vacilación ni escrúpulo a todo aquél que le sirve de obstáculo. ¡No importa, señores! La patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aun con el peligro y aun con la seguridad de perder la existencia.”
Y así sucedió: le cortaron la lengua y luego asesinaron a Don Belisario.
En este hermoso marco del 102 aniversario luctuoso de Don Belisario, la logia “Belisario Domínguez Palencia No. 21” rinde homenaje al Dr. Felipe Vitela Mora por ser un masón ejemplar y haberse distinguido y conducido honesta y patrióticamente en todos los cargos que la fraternidad le confirió. Al evento asistieron altos dignatarios de las grandes logias de algunas entidades del país y de la Confederación de Grandes Logias de la República Mexicana.