REMEDIOS PARA LA ECONOMIA MEXICANA

logoPor Octavio Camelo Romero

Pareciera que los burócratas que fungen como funcionarios públicos no fueron a la escuela o si asistieron solo pasaron por la acera de enfrente. Primero nos iluminan con la idea de que ya vamos a salir del “subdesarrollo” porque las Reformas Estructurales atraerán capitales globales, o sea, capitales trasnacionales. Luego nos dicen que mejorará la economía mexicana porque ya la hicieron apéndice de la economía norteamericana.

Y recientemente nos dicen que el principal motor de la economía mexicana es el mercado interno, o sea el consuma de la inmensa masa de trabajadores y sus familias y el consumo productivo de las empresas.

Todavía no nos reponemos de las burradas que dicen cuando el director del INFONACOT, César Alberto Martínez Baranda en una entrevista que le hicieron en el contexto de la clausura de la 79 Convención Bancaria nos informa la situación grave para el trabajador el cual se está endeudando para satisfacer sus necesidades primarias, que es la comida, la cual debería de cubrirlas de otra forma y destinar el crédito para la adquisición de bienes de consumo duradero o para pagar un servicio, o sus vacaciones o la educación de sus hijos.

Y con un espantoso cinismo nos comenta que lo anterior se atribuye al bajo poder adquisitivo del trabajador debido a que el salario que percibe no le permite cubrir al menos sus necesidades básicas. En plan burlesco asegura que este sector es buen pagador. El obrero lo que quiere es salir de la deuda lo más rápido posible y que no le vayan a enviar a un abogado o a quitarle los bienes que compró, porque eso va en perjuicio de su familia, y es muy consciente de eso. Lo que no dijo este funcionario es que cómo le van a embargar lo que se comió.

En este espacio ya hemos denunciado que la mentada productividad está fundamentada en el hambre de las familias de los trabajadores toda vez que los incrementos de los salarios mínimos están muy por debajo de la inflación. Esta política obedece a que pretenden competir con precios subsidiados por la clase trabajadora. Y además quieren atraer capitales trasnacionales presentándoles salarios de hambre de los obreros mexicanos. Y por si fuera poco, durante la ceremonia de clausura de la 79 Convención Bancaria el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, nos amenaza con mantener a raya la situación del país. El funcionario aseguró que la prioridad para el gobierno es mantener “a toda costa” la estabilidad, no como un fin en sí mismo sino como una condición absolutamente indispensable para que exista crecimiento sostenido y para proteger la economía de las familias mexicanas.

Deberíamos volver la cabeza hacia la historia para aprender cómo mantener el crecimiento sostenido del país. Aquellos años en los cuales los funcionarios no iban a “estudiar” a Estados Unidos ni venían con grados de “doctores” y estaban convencidos de mantener las conquistas de la Revolución Mexicana, sobre todo cumpliendo el mandato constitucional de que los Poderes de la Unión son para beneficio del Pueblo de México. En fin.

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