La Yunta

Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! No cabe duda de que a escaso un año y meses para que termine esta administración gubernamental de Nayarit, al encargado de las políticas públicas de todo el sexenio se le ha hecho bolas el engrudo. El día de ayer Pepe Espinosa dio una conferencia dentro de un conocido hotel de nuestra ciudad para remarcar su incapacidad del manejo de la política.

Señaló que para el día primero de Mayo, fecha de la celebración del día del trabajo, habrá tres desfiles -creo que se le olvidó que no son desfiles sino marchas, pero bueno, él solo se entiende-, el primero será el contingente de la Sección XX de maestros, el otro «desfile» que le seguirá es el de los únicos alineados que permanecen en el partido gobernante que serán los agremiados a la ya desvalijada CTM. Y por último «desfilarán» los burócratas del estado, a quienes les auguramos un mal día, ya que ellos entrarán a la ciudad por el libramiento carretero, y don Pepe ya dijo que esto será obstrucción de una vía de comunicación, por lo que nada raro será que la fuerza pública impida que esta marcha de los burócratas sea detenida si vienen por ese rumbo.

Pero si hacemos historia, no hace mucho tiempo atrás, al «payaso» de San Blas sí lo dejaron que hiciera su marcha atravesando más de media ciudad afectando el tráfico por ese libramiento, y las autoridades no hicieron nada por evitarlo, y «Layin» sin ser molestado llegó hasta el Lienzo Charro El Dorado, pero ahora sí, Pepe Espinoza se hace el olvidadizo, en fin.

Lo único cierto es que este es el primer gobierno donde estas marchas se han visto divididas por la falta de tacto de quien políticamente debería unir a las organizaciones del estado, lo que vislumbra un fuerte resquebrajamiento al interior del PRI para las próximas elecciones, ya que de seguir por este rumbo se quedará este partido sin sus incondicionales SNTE y SUTSEM. Agrupaciones que durante años fueron la comparsa utilizadas como parte del corporativismo político que se vivió durante años no solo en Nayarit, sino en todo nuestro país.

Por un lado está bien para que se termine con el caciquismo de líderes que han estado más de tres décadas al frente de estos sindicatos y que como parte de la política nayarita se han hecho de mulas Pedro. Por lo pronto la advertencia ya está hecha, ojalá y Nayarit por la falta de tacto político por parte del Secretario General de Gobierno no termine como los estados sureños de nuestro país y la violencia nos llegue de nuevo, porque tanto va el cántaro al agua hasta que se quiebra, pero bueno, esperemos para ver qué pasa, porque del contingente del SUTSEM serán varios miles de trabajadores los que marchen por esta vía.

Y hay que recordar que ni Gobierno ni SUTSEM han dado su brazo a torcer, y la mala imagen que se han llevado los visitantes a nuestro estado es ver las carpas del plantón frente a palacio de gobierno, lo bueno que los tepicenses ya estamos acostumbrados a ver este tipo de espectáculos, pues cuando no es Juana es Chana, hace unos días hasta el «Furcio» patrocinaba ahí mismo una huelga de hambre, pero como que le llegaron al precio porque esta huelga ya se quitó.

Pero ahí hermanada con la carpa del SUTSEM hay otra más pequeña, esta es en contra de un abogado del que se dice despojó a una familia de su casa, y hay que señalar que en estas carpas hay hasta cocinas, solo los baños quién sabe dónde están, no te acabes Nayarit, nada raro será que dentro de poco aparezcan focos de infección en plena plancha frente a palacio de gobierno.

Por último, no creemos que para este próximo día primero el SUTSEM levante sus carpas, digo, de ser así sería un milagro, pues desgraciadamente el pueblo es el que paga las consecuencias.

El 1° de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Trabajador en homenaje a los llamados Mártires de Chicago, grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886. Ese mismo año, la Noble Order of the Knights of Labor, una organización de trabajadores, logró que el sector empresarial cediese ante la presión de las huelgas por todo el país.

Entonces, el presidente de Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó la Ingersoll estableciendo ocho horas de trabajo diario. Como los empleadores se negaron a acatarla, los trabajadores de la ciudad industrial de Chicago iniciaron una huelga el 1º de mayo, que comenzó con una manifestación de más de 80.000 trabajadores liderados por Albert Pearsons.

Ese movimiento había sido calificado como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».

A partir de allí, el conflicto se fue extendiendo a otras ciudades norteamericanas, logrando que más de 400.000 obreros pararan en 5.000 huelgas simultáneas. La magnitud del conflicto causó preocupación al gobierno y al sector empresarial, que creyeron ver en las manifestaciones y huelgas el inicio de una revolución anarquista.

Sin embargo, la fábrica Mc. Cormik de Chicago no reconoció la victoria de los trabajadores y el 1º de mayo de aquel año la policía disparó contra los manifestantes que, a las puertas de la fábrica, reivindicaban el nuevo acuerdo. Durante los siguientes días murieron más trabajadores, hasta que el día 4 una bomba estalló contra las fuerzas policiales, suceso conocido como «el atentado de Haymarket».

El 21 de junio de 1886 comenzó el juicio a 31 obreros acusados de haber sido los promotores del conflicto. Todos fueron condenados, dos de ellos a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados y cinco a la muerte en la horca. La culpabilidad de los condenados nunca fue probada.

En la actualidad, muchos países rememoran el 1º de mayo como el origen del movimiento obrero moderno. Hay algunos que no lo hacen –en general, países de colonización británica–, como Estados Unidos y Canadá, que celebran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre.

En Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el territorio de la capital australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el 1º de mayo en Queensland y el Territorio del Norte.

En 1954 el papa católico Pío XII apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al declararla como festividad de San José Obrero. Últimamente se viene denominando a este día como Día Internacional del Trabajador.

En Portugal, esta fecha se comenzó a celebrar libremente tras el triunfo de la Revolución de los Claveles el 25 de abril de 1974. Mientras que en las grandes ciudades se realizan manifestaciones promovidas por los sindicatos como la Inter-CGT (Confederación General de Trabajadores Portugueses – Inter) o la Confederación Sindical de UGT (Unión General de Trabajadores), en otros lugares como en el Algarve se acostumbra realizar comidas campestres.