¡Hijo e’ su! Cuántas veces no hemos escuchado por parte de los gobernantes que la salud de los mexicanos o nayaritas es primero, pero del dicho al hecho hay mucho trecho, el viernes pasado murió un indigente en las inmediaciones del edificio que alberga el Mercado Z. Larios en la esquina de las avenidas México y Victoria.
Se dice que primero los vecinos del lugar le avisaron a miembros de la Guardia Civil de esta persona que al parecer se encontraba ya muy enferma, pero que ellos se retiraron del lugar, por lo que de nueva cuenta avisan a la Policía Municipal quien se presenta, ve el estado de salud de la persona que en esos momentos necesitaba los servicios de salud, y que simplemente contestan: «a mí no me lo reciben».
Ahora nos preguntamos, ¿acaso los policías municipales no son autoridad?, o son para unas cosas y para las que de verdad importan no lo son, sí creemos que en el Hospital General de verdad no reciban esta clase de pacientes, por varias razones, pero hay que tomar en cuenta que el municipio cuenta con su propia Secretaría de Salud, y si en esa también no valen los policías municipales entonces están jodidos.
Esto quiere decir que para gozar de los SERVICIOS PÚBLICOS a los que tiene derechos toda la población, donde principalmente está la Secretaría de Salud son condicionados, «cuánto tienes, cuanto vales, nada tienes, nada vales», esto dan a entender nuestros sacrosantos gobiernos, pues el hecho de que esta persona haya sido indigente eso fue el motivo para que no recibiera la atención médica adecuada a pesar de que los policías se percataron del dolor que estaba sufriendo.
Que lástima que el Presidente Municipal Polo Domínguez siendo doctor y de los buenos, esté permitiendo que pasen estas cosas en nuestra capital, pues no es la primera vez que un indigente muere por falta de atención médica, y sin embargo las autoridades se lavan las manos quizá culpando al destino de estas personas que por una cosa o por otra fueron infortunadas en esta vida.
En enero pasado publicamos una entrevista hecha a un Psiquiatra en una investigación que llevamos a cabo del por qué de los suicidios, esa vez este doctor nos comentaba algo que con la muerte de este hombre comprobamos y que tiene toda la razón, el nos dijo esa vez: «Mira, el caso de los indigentes es el cuento de nunca acabar, fíjate una cosa, hay tiempos en que no ves a tantos y luego ves a otros distintos que no habías visto, y esto es porque a nuestra capital traen personas de Jalisco, Michoacán, Sinaloa y de otros estados más y aquí en nuestra capital los abandonan.
Pero nosotros (este doctor es trabajador de la Secretaría de Salud) los hacemos igual, y así es esto, unos avientan para un lado a esta gente y otros lo hacemos para otro, pues no hay presupuesto para su atención médica, esto se escucha inhumano, pero desgraciadamente es la realidad en que vivimos, y es la que nos han marcado nuestros gobernantes».
Ahora queridos lectores, ¿quiénes son los culpables, los policías o la gente que no los recibe en los hospitales públicos?, juzgue usted mismo querido lector, es por eso que repetimos, «cuánto tienes cuanto vales, nada tienes, nada vales». Ahora solo esperemos que este hombre cuando menos sea recibido en la fosa común, o a la mejor también ya hasta en esa fosa cobra el ayuntamiento.