La Yunta

Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su!, mientras la Secretaría de Salud hace alarde pregonando a los cuatro vientos que está combatiendo el dengue, chikungunya y quién sabe cuántas cosas más, en Nayarit siguen los suicidios. Hemos señalado en este medio informativo por fuentes internas del mismo CESAME que carecen de personal, medicamentos, y esta es una de las razones principales para que no den la debida atención.

Pero al Secretario de Salud, esta dirección mental parece ser no le importa, pues sigue el alto índice de suicidios hasta ahora, después de que hace casi un año que hicieran una raquítica publicidad de una semana repartiendo trípticos como si fuera un anuncio de una tienda comercial donde ofertaban una «fina» atención,  creyeron que con eso era suficiente, y los resultados están a la vista, sigue muriendo gente por la DEPRESIÓN.

Lo cierto es que el CESAME, MARAKAME y CECA, hasta ahora han demostrado que no sirven para nada, pues el CESAME sigue dando su «mayor» atención con pasantes y prestadores del servicio Social de escuelas públicas y privadas que cuentan con la licenciatura en Psicología. Por lo tanto, aun no están calificados para ejercer esta profesión, y sin embargo dan atención a pacientes como si ya tuvieran la experiencia para tratar a este tipo de enfermos mentales, pero para la Secretaría de Salud es mejor que todos estos estudiantes hagan este trabajo, ya que los pasantes y prestadores de servicio no le cuestan, aun sabiendo las consecuencias que esto pueda traer. Pero bueno, no se puede esperar una buena atención cuando una clínica carece de todas esta necesidades.

Lo cierto es que ya rebasó la cifra de suicidios a la que se creía sería la mayor del año pasado a estas mismas fechas, y aun nos falta casi todo este mes por terminar, ya que Julio es de los meses que también está entre los que tienen más incidencia en el suicidio, casi igual que noviembre y diciembre.

En fin, la Secretaría de Salud no le quiere dar importancia a este problema, pero qué podemos esperar si la SEP también se hace de la vista gorda con las universidades al permitirles que cualquier joven estudie Psicología sin antes haber pasado un filtro para saber si están aptos o no para ejercer esta profesión que es de las más delicadas, y sin embargo aquí no entra la Secretaría de Salud para certificar a todos estos nuevos profesionistas egresados de las universidades.

Es así como las universidades privadas han hecho su agosto egresando a cientos de Psicólogos sin una evaluación ni selección, mucho menos de personalidad, pero el dinero es el dinero y estas universidades para eso están, para hacer dinero.

Ahora podríamos preguntarnos, ¿estarán capacitados estos pasantes y prestadores de servicios social para dar la debida atención a un paciente en crisis? La otra es, ¿quien contesta la línea telefónica que es para la intervención en crisis, es Psicólogo certificado o es también pasante o prestador de servicio social? Por lo tanto, si todo este engranaje marchara bien, el índice de suicidios ya estaría a la baja y no en aumento como lo hemos visto en los últimos años en Nayarit.

De qué ha servido que el Gobernador Roberto Sandoval se haya esforzado en aumentar las clínicas de salud, si esta Secretaría por su política interna entre sus trabajadores no han aprovechado al gobernador, lo cierto es que las altas cifras de suicidios que van hasta ahora en Nayarit no mienten, y el tema de la salud mental es un tema muy delicado pero desgraciadamente el Secretario de Salud no le quiere entrar al toro por los cuernos.

Y si a esto le agregamos que la falta de información ha creado una gran apatía de la gente para tomar en cuenta esta enfermedad, simplemente creen y dicen, no ocupamos atención psicológica, «NO ESTAMOS LOCOS», esta es la respuesta a la falta de información, pues los «folletitos» que hacen y distribuye la Secretaría de Salud, no se ha enfocado en educar a la sociedad en cómo tratar esta enfermedad.

Por lo tanto, este tema podría decirse sigue siendo un tabú para la gente, y seguirá siendo mientras no se le dé la debida divulgación, por ahora, tal parece que algunos directores prefieren comprar sus flamantes camionetas «Toyota» que darle este tipo de información a la gente para evitar más muertes autoinducidas.