Por: Oscar Zúñiga
¡Hijo e’ su! Ahora resulta que aunque sea delante de la policía cualquier hijo de vecino que cometa alguna fechoría puede salir bien librado, esto como resultado del nuevo sistema penal acusatorio, «viva México y vivan nuestras grandes libertades junto con la modernización».
Pero para que se dé una idea sobre qué es lo que sucedió le contaremos querido lector, eso sí, todo es de acuerdo al reporte hecho por la Guardia Civil sobre la detención de un sujeto a la una de la madrugada del día de ayer, mismo que ahora de acuerdo a la nueva solo le diremos que se llama Raúl «N» «N» de 26 años de edad.
Este sujeto fue detenido en el interior de la colonia Prieto Crispín, es originario de nuestra bella ciudad, y su detención fue ¡ojo!, por la probable comisión del delito de violencia familiar, en agravio de una persona del sexo femenino.
Sobre los hechos se conoce que el ahora detenido se encontraba en su domicilio ingiriendo bebidas embriagantes, esto en compañía de su esposa e hijas, por lo que al calor de las copas y ya envalentonado comenzó a agredir físicamente a su esposa, y como todo abusador del sexo débil, al ver que la policía arribaba a su domicilio, este valiente sujeto toma por el cuello a una de sus pequeñas hijas para con esto amedrentar a los policías para que no se lo llevaran.
Con todos estos detalles no será nada raro que el juez ya le haya otorgado la libertad, aun cuando antepuso la vida de una de sus hijas, pero bueno, no somos nadie para calificar los delitos pero sí para criticar la actuación de la ley, no de la policía que esta cumple con la detención, pues el castigo le toca al Juez.
Esto viene a dar al traste con la defensa de la mujer, y también por qué no, hay que decirlo, hemos sido testigos presenciales de muchos casos de estos, donde desgraciadamente las mujeres antes que algo ocurra ante la ley ya están otorgando el perdón y exigiendo la libertad del marido golpeador, las excusas siempre son las mismas, «cómo le haré para darle de comer a mis hijos», como si vivir bajo el mismo techo del enemigo fuera la única opción.
En fin, el nuevo sistema penal es un traje a la medida de los delincuentes, esteramos pendientes de este caso donde este sujeto de nombre «Raúl» puso como escudo de protección a su propia hija, bien dice el dicho, «borracho pero no pendejo».