SU MUERTE FUE EN SU PROPIA CAMA

logoSEGUNDA PARTE

Por: Oscar Zúñiga

Venus María Valdez Ponce sigue recluida en el Penal Venustiano Carranza hasta el día de hoy, al parecer le dieron una condena de 50 años de prisión por el homicidio de su madre, motivo por el cual la Comisión de la Verdad alegará su inocencia.

Pero continuamos con la declaración que le diera a este medio informativo un familiar de la hoy occisa Aurora Ponce del Ángel madre de Venus.

-. «Después de dejarles mi número telefónico a los taxistas, regresé a la casa de mi tía, y para eso transcurrió el tiempo, ellas regresaron, para eso, mi primo ya llega, mi primo Armando, y casi al medio día del domingo hablan de la Fiscalía y dijeron que si podría ir alguien al SEMEFO a ver si era el cuerpo de mi tía. Para eso, ya sabían en el SEMEFO quién era ella porque eran sus compañeras de trabajo, solo faltaba un familiar que hiciera el trámite de reconocimiento.

Entonces yo me quedé con mi esposa, y en la casa de mi tía se queda Venus con Miriam y algunas amigas de mi tía que estaban yendo por ratos a ver qué había sucedido. Entonces ya me habla mi primo y me dice que sí es ella. En ese momento llega alguien de la Fiscalía, un comandante, y nos pide que nos vayamos para la Fiscalía para dar parte.

Para eso, cuando a mí me habla mi primo, yo me salgo de la casa de mi tía, para preguntarle qué estaba pasando, él me dice que no había duda, era mi tía. Para eso ya había llegado una amiga de Venus, una que se llama Martha Aguiar. Entonces me llamó mucho la atención que yo no le había dicho a Venus que mi tía había muerto, pero esta Martha entra casi al mismo tiempo que yo, entonces llega diciendo, qué pasó, qué pasó, y luego dice, ¡estás viva hermana, estas viva!

Entonces, yo ya le digo a Venus que el cuerpo era de mi tía, que teníamos que ir, y en eso, pos ya Venus estaba chocheada por la toma de pastillas, y no puedo juzgarla porque fue de mirada perdida, o sea, se le fue la mirada, para mi es una mirada para recordarla, pero pos estaba drogada. Las pastillas que Miriam le había estado metiendo eran para dormir, era medicamento, mi esposa lo sabe bien, yo no sé cómo se llama ese medicamento, pero era una especie de sedante.

Entonces, ya cuando le digo, Venus tenemos que ir a la Fiscalía, se me pone enfrente Martha en forma retadora, y me dice, tengo que hablar contigo, y yo le digo, y tú quién eres, quítate de aquí por favor, y la quito y brinca Venus, no, ella es mi amiga, es mi hermana. Así quedó, yo me salí, estaba yo alterado por la reacción de ella, muy altanera y así quedó.

Ahí después nos enteramos de quién era Martha, entonces en eso yo subo a ver y me llevo a Venus a la Fiscalía, entonces si le empiezo a preguntar, y le digo, Martha quién es, por qué me trató así, le digo, es que ella es mi hermana, tú no sabes, ella y Miriam y yo somos inseparables. Le digo, no son modos, no estamos viviendo un momento para eso.

Yo no conocía a Martha, yo ya tenía tiempo que me había independizado, y solo visitaba a mi tía como si ella fuera la abuela de mis hijos y nunca la vi ahí. El domingo 15 mi tía nos había invitado a su casa, y le había dicho a mi esposa que le iba a comprar unas piñatas a los niños y que quería que las tronaran, nada más íbamos a ir nosotros y mi primo Armando, también nos había dicho que había comprado unas botellas de Lambrusco, esas estaban en el refri.

Entonces, sigue ese domingo, llegamos a la Fiscalía, nos dirigimos al SEMEFO, y ahí comienzan las diligencias cuando a Venus la llama un comandante para haber qué había pasado, da su declaración, entonces Venus ya había dado una declaración que supuestamente un día las siguió un carro negro, que fueron a sacar dinero, me parece que a Ley, y que después mi tía la fue a dejar ahí al Seguro.

Entonces el comandante la agarró, la subió a una patrulla y le dijo, a ver, vamos haciendo el recorrido que hiciste con tu mamá, entonces fue cuando empezaron a ver contradicciones, para eso nadie sospechaba de Venus, ella solita empezó a contradecirse. No pasamos por esta calle, y resultó que muchas de las calles por las que les dijo que habían pasado estaban en obra, o sea, no había paso, entonces fue cuando el comandante le dijo, oye, pero si estas obras tienen días y me dicen que ha estado cerrada la circulación, ella le contesta, ah es que no recuerdo, entonces nos fuimos por allá, y así empezó la revoltura.

Entonces el comandante le comenzó a decir, aquí el problema es que por una mentira está tapando mentiras con mentiras, me dice eso y luego me dice otra cosa, y resulta que eso también es mentira, y aquí el problema es que tu prima anda bien pendeja, me dijo a mí, está bien drogada, y me dice el comandante, ya le dije, que cuidado si volvía a tomar otra pastillita de esas.

Yo, cuando me dijo eso el comandante le dije, mire, a ella no le diga nada, dígale a su amiga que es la que se las está dando. Mi prima no trae ninguna pastilla, la que las trae en una bolsita es Miriam, es la que se las está dando a cada rato, nosotros lo estamos viendo.

Estuvimos así en ese lapso todo el domingo, este, llegó otro comandante, hasta ahí todavía no le cuadraban algo, pero por sus falsas declaraciones ya empezó a ser sospechosa. Sin embargo la dejaron libre, porque ella se va a dormir, la dejaron ir a dormir a donde quisiera. Entonces estuvimos en la noche del domingo, y al amanecer del lunes a las cuatro de la mañana, yo me lleve a mi primo a dormir a la casa un rato, para después regresar, porque teníamos que hacer todo lo de la funeraria, de eso se encargó mi esposa, porque mi tía tenía un seguro de Jardines de San Juan y había que llevar los papeles.

Venus todavía el lunes ella andaba como libre y en la calle, sí supe que el comandante le puso gente encubierta vestida de civil, eso sí supe. Entonces, pasa el lunes donde nos volvieron a llamar a la Fiscalía, preséntense y todo a ver sus declaraciones, la mía, la de mi primo, no recuerdo si la de mi esposa, la de Venus, para eso, bueno, le hacen la prueba toxicológica y da positivo, y el lunes Venus salía y entraba a la Fiscalía, de hecho Venus todavía andaba con Miriam y con Martha.

Pero ya por la tarde del lunes a Venus la mandan llamar, no sé como la encuentran, por eso supimos que había alguien encubierto, y de nuevo, a ver tus declaraciones, y sin embargo tampoco la retienen, pero Venus insistía, me insistía a mí, y le insistía al comandante que la dejaran ir a sacar cosas de su casa, pero ya la casa ya la tenían acordonada, me dijeron que ya la casa la habían cerrado, y que ya no dejaban entrar.

Entonces, ella insistía en eso, y le insistía a este comandante, sin embargo el comandante le dijo, te dejo si te lleva tu primo, o sea yo, y el comandante me dijo, bajo tu responsabilidad, si se pela, si hace algo, si se mata, si se suicida es tu responsabilidad, y le dije, oiga pero si le están dando un permiso de irse a dormir a la casa de Miriam, tu por ahí no te preocupes, yo nada más te encargo, que la llevas a su casa, que saque lo que tenga que sacar, y de ahí la lleves a la casa de Miriam, después de eso no es problema tuyo.

La llevamos, ella se fue con Miriam en su camioneta  y yo andaba en el Volkswagen de mi primo, las seguimos, la llevamos, a mi el comandante me dio la llave y me dio la responsabilidad de esa casa, ya entramos Venus solamente entró a su cuarto y empezó a sacar maletas, sacó dos, una rosa muy grandota que llenó y que me tocó cargar y estaba pesadísima, y yo me pasé al cuarto de mi tía a estar checando los papeles que había.

Para eso nunca me imaginé que faltara una sábana o algo, nunca me pasó por la cabeza, ya después me dijeron todo lo que había abajo de esas colchas, había la sangre de mi tía, la habían matado en su casa y en su propia cama.

Esto continuará…

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