Por Octavio Camelo Romero
Impulsada por Monreal el jueves fue presentada en el Senado una iniciativa que propone cancelar el cobro de algunas comisiones que la banca mexicana carga a sus clientes. En caso de que la propuesta se apruebe la rentabilidad de los bancos mexicanos pudiera reducirse.
Los ingresos por comisiones son una fuente significativa de ganancias para los bancos mexicanos, pues han representado en promedio 18 por ciento del total de los ingresos operativos de la banca en los últimos cinco años, y los ingresos netos por intereses siguen representando la gran mayoría de los ingresos totales.
Las comisiones, por su relevancia para el capital transnacional invertido en los bancos nacionales, proveen una diversificación sana en sus fuentes de ingresos y han apoyado la generación continua de utilidades de la banca, aún en tiempos de adversidad económica y, en el pasado, en entornos de tasas de interés bajas. Por tanto, constituyen una de las fortalezas crediticias mayores respecto a otros sistemas bancarios de países emergentes. Mencionó la calificadora Fitch Ratings en un reporte publicado el viernes pasado.
Por su parte Mario Delgado, coordinador de los diputados federales de MORENA, afirmó que la iniciativa para eliminar las comisiones bancarias que afectan a los usuarios no es prioridad y, por tanto, no se dictaminará en lo que resta del actual periodo ordinario de sesiones en el Congreso.
O sea, los clientes de los bancos están en la indefensión. Y por si faltara algo, Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional de MORENA sostuvo que la propuesta de los senadores no es del partido al cual ni se consultó. Y anunció la sepultura de la iniciativa promovida por los senadores de MORENA. Esto es, la democracia de la cuarta transformación debe estar avalada por Yeidckol Polevnsky para que surta efecto.
En relación con esta iniciativa de los senadores de MORENA, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador aseguró que en los primeros tres años de su gobierno no habrá ninguna modificación al marco legal en relación con el funcionamiento de instituciones bancarias y financieras, y afirmó que la iniciativa que plantea eliminar la mayoría de las comisiones que cobran los bancos por los servicios que prestan, no tiene que ver con su estrategia ni con sus prioridades. Dijo que esto lo ratificó en la reunión que tuvo el 22 de octubre con Ana Botín, presidenta del Banco Santander, cuando ofreció seguridad y confianza a la banca privada nacional y extranjera.
Y aunque Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena aseguró que no retirarán la iniciativa para regular las elevadas comisiones que cobran los bancos porque en México existe una desproporción tanto en comisiones como en intereses, y que por esa razón ellos plantean no sólo la moderación, sino una autocontención y una revisión profunda, la realidad está por verse. Sin embargo sentenció: “vamos a continuar”.
Está claro que la voluntad del presidente de la República pesa sobre el desempeño de los otros Poderes. Y más claro, que los intereses de los capitales financieros transnacionales no se le tocará ni con el pétalo de una rosa. Sin embargo, con estas limitaciones todavía hay espacios para el ejercicio de la democracia popular y de la inclusión de la voluntad ciudadana en la toma de las decisiones gubernamentales. Ya falta poco. En fin.