Por: Octavio Camelo Romero
De manera inédita en el mundo, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador construye un sistema educativo con los canales de televisión público-privada para llegar hasta el 90 por ciento del territorio nacional, y, en el 10 por ciento restante con el sistema de radio público-privada.
De esta manera se cubre la totalidad del territorio hasta donde llegará la acción educativa de los niveles de la primaria, secundaria y la educación media superior. Esta acción educativa se asemeja a las misiones culturales del otrora secretario de educación, Vasconcelos; de hecho, con este convenio público-privado se está en un gran programa cultural donde cerca del 95 por ciento de los hogares cuentan con un televisor por lo menos.
Viene a colación la educación a distancia porque es básicamente la educación a través de televisión, no en Internet. Y la educación concebida de esa manera, de hecho, hace intervenir a los maestros y maestras, a los papás y a las mamás, y desde luego a los niños, adolescentes y jóvenes.
Este sistema requiere una mayor preparación de los padres de familia y de los maestros y maestras; a su vez, la nueva acción educativa incrementará el nivel cultural de los padres de familia que se desempeñen como asistentes educativos.
Esta es una extraordinaria oportunidad para la educación personalizada; desde luego que se requiere de un vasto nivel cultural en todas las ciencias, y en especial en las neurociencias y en las ciencias neuropedagógicas; es sumamente importante saber cómo aprende el cerebro para saber cómo enseñar; las mamás y los papás en su calidad de asistentes educativos debieran instrumentarse de las estrategias neuroeducativas básicas para su actuación en el nivel de estudio de sus hijos.
Tal situación plantea de manera necesaria el iniciar de forma inmediata y paralelamente al avance de los niños, con la escuela para padres a través del mismo sistema televisivo que se usará para sus hijos. Y con tal esfuerzo, seguramente se incrementará la cultura del Pueblo mexicano.
He aquí la propuesta de Vasconcelos de las misiones culturales hecha realidad en la sociedad del conocimiento y con el concurso de las televisoras públicas y privadas, además de las radios difusoras también públicas y privadas. En fin.