UNA CLARA MUESTRA DE LO QUE ES LA FALTA DE CACUMEN

CON PRECAUCIÓN

Por: Sergio Mejía Cano

Tal vez mientras no se lleve a cabo el segundo debate entre las candidatas y el candidato a la Presidencia de la República, el primer debate seguirá dando mucho de qué hablar debido al comportamiento de los participantes en cuanto a sus respuestas, sobre todo los de la señora Xóchitl Gálvez Ruiz, el estoicismo de la señora Claudia Sheinbaum Pardo y la falsa sonrisa del señor Jorge Álvarez Máynez.

Sin embargo, lo que sí seguirá dando mucho de qué hablar es el conflicto entre Ecuador y México, debido a la invasión a la embajada mexicana en suelo ecuatoriano, pero posiblemente lo que no se le olvidará ya jamás a muchos mexicanos de ambos sexos, será la posición que tomó la senadora sonorense, Lilly Téllez García; una postura que, por donde quiera que se le vea es un claro desconocimiento a la soberanía mexicana, al dar su apoyo al gobierno de Ecuador y tachando al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de haber tenido una acción “gansteril” y dar asilo a “un peligroso delincuente”, según las propias palabras de la señora Téllez García.

No se puede o no se podría decir que es violencia política en razón de género afirmar que a la senadora sonorense le falta un tostón para completar el peso o que su cacumen está muy por debajo del promedio intelectual a nivel general, debido a que en qué cabeza cabe, por más odio que le tenga a AMLO, a quien gracias a él ahora disfruta de un cargo en el Senado de la República, actuar de una manera tan atroz y visceral anteponiendo su patriotismo, por darle la razón al gobierno de otro país al haber invadido y agredido suelo mexicano, tal y como se considera toda embajada en cualquier país.

Lo peor de todo es que la señora Lilly Téllez ha subido un video a las redes sociales en donde fija su postura en contra del gobierno mexicano, específicamente más en contra de AMLO y dando su apoyo al presidente ecuatoriano, Daniel Noboa; un video en donde hasta le pide disculpas, “a nombre de millones de mexicanos”, por la actitud tomada por AMLO y porque el diplomático encargado de la Cancillería Mexicana en Ecuador, el señor Roberto Canseco Martínez, salió a “violar el suelo ecuatoriano”.

No cabe duda que solamente una persona descerebrada podría pronunciarse de tal manera, ¿hablar por millones de mexicanos y que piden disculpas esos millones? ¿Estará bien de sus facultades mentales esta señora? Obviamente que no, para nada, pues tergiversa claramente lo hechos, ya que quien tuvo una acción gansteril fue el propio presidente de Ecuador, Daniel Noboa, pues ahora se sabe fehacientemente que él fue el que dio la orden de invadir la embajada mexicana, quienes violaron suelo mexicano fueron los elementos de las fuerzas armadas que ingresaron a la embajada, y no el diplomático de la Cancillería de México, el señor Canseco Martínez, quien estuvo a punto de salir herido debido a la agresión a la que fue sometido por los elementos de las fuerzas ecuatorianas.

Es decir, el obnubilado poco cerebro de la señora Lilly Téllez le hacer ver las cosas al revés o tal vez por su aversión a la actual administración, también conocido como cuarta transformación, la ciega de tal manera que no puede conectar su lengua con su cerebro, creyendo posiblemente que por su postura recibirá el apoyo de esos millones de mexicanos que solo están en el hueco de su cráneo.

Ojalá y se pudiera hacer un sondeo a nivel nacional, para ver si aparecen esos millones de mexicanos supuestamente indignados, porque el encargado de la Cancillería violó el suelo ecuatoriano al tratar de impedir que se llevaran al ex presidente de Ecuador a la fuerza o por el comportamiento gansteril de AMLO; ojalá y sucediera algo así, para que la señora Téllez García comprueba por sí misma cómo se desvanecen esos fantasmas que solo viven en su mente o que los inventó nada más para hacer la mosca chillar y dar de que hablar para que la gente no la olvide, así sea de la manera más oprobiosa que pudiera ser, todo nada más por puro protagonismo.

En cuanto al cuento del debate presidencial, sorprende que, por lo menos en el medio familiar, de amistades y conocidos en que un servidor se desenvuelve, muchos adolescentes y jóvenes menores de 18 años se interesaron en mirar y oír el debate; aunque a la mayoría de ellos quien les llamó más la atención fue el candidato Jorge Álvarez Máynez, más que las otras dos candidatas, pero no por sus respuestas, sino por la falsa sonrisa que mantuvo la mayor parte del tiempo que duró el dichoso debate.

Sea pues. Vale.

 

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