LA IMPORTANCIA DE LA CONDUCTA HUMANA

Por: José Octavio Camelo Romero

Para empezar. ¿Qué es la conducta? ¿Con qué se come y para qué sirve?

No se puede tomar a la ligera la afirmación de que el hombre es un animal porque nos puede llevar a buscar equivalencias entre la conducta humana y la conducta animal, y tratar de encontrar determinaciones biológicas directas de cada conducta humana.

Lo que compartimos con los animales es una forma de funcionamiento, pero no conductas determinadas o contenidos concretos.

Desde el punto de vista de la neuropsicología, la Conducta Humana es el conjunto de acciones y reacciones, visibles o encubiertas, que un individuo realiza en respuesta a estímulos internos y externos, y, que dicha conducta se encuentra directamente relacionada con el funcionamiento, en general, de todo el Sistema Nervioso, y, en lo particular, del Cerebro. La Conducta Humana es la manifestación observable de los Procesos Cerebrales subyacentes, y, su estudio permite comprender cómo la estructura y funcionamiento del Sistema Nervioso determinan nuestros comportamientos o conductas, nuestros pensamientos, nuestras emociones, etc.

¿Cuáles son los componentes de la conducta en neuropsicología?

La conducta manifiesta, esta es, las acciones físicas y motoras observables, como hablar, caminar, correr, cantar, etc. así como las reacciones fisiológicas como la sudoración, las palpitaciones, etc.

La Conducta encubierta se refiere a los procesos internos no directamente observables, pero que pueden ser descritos como el pensar, el emocionarse, etc. ¿Cuál es la relación entre el Sistema Nervioso y conducta?

Los procesos cerebrales: La neuropsicología estudia y analiza los mecanismos y las estructuras neuronales, las estructuras y subestructuras corticales y las áreas cerebrales que subyacen a todas las expresiones de la conducta.

Todas estas acciones tienen al menos un aspecto en común: requieren de algún tipo de movimiento por parte del sujeto para llevarse a cabo.

La capacidad de movernos es algo fundamental para la supervivencia, ya que nos permite reaccionar a los estímulos y en realidad ejecutar cualquier tipo de conducta, incluyendo las necesarias para permitir nuestra supervivencia. Pero el movimiento no se produce sin más, requiere de cierta planificación, coordinación y precisión.

Al nivel del encéfalo, este control es llevado a cabo principalmente por la corteza motora del cerebro, aunque se ve influenciado y mediado por otras estructuras cerebrales.

Veamos los movimientos voluntarios y conscientes.

Se denomina área motora o motriz del cerebro a aquella parte de la corteza cerebral cuyas principales funciones son las de permitir la generación, mantenimiento y terminación de movimientos voluntarios y conscientes por parte del humano.

Esta región cerebral se encuentra localizada en la parte superior y rostral del encéfalo, en la parte posterior del lóbulo frontal, situada justo antes de la cisura

central o de Rolando y del área somatosensorial. Es en esta área donde se representa el homúnculo motor de Penfield, o sea, la representación que indica las partes de la corteza centradas en el movimiento de determinados músculos entre los que destacan algunos especialmente inervados como las manos, la lengua o la cara.

Principales regiones del área motora del cerebro

Dentro de la corteza motora podemos encontrar diferentes regiones, todas ellas de gran importancia a la hora de poder gestionar el movimiento. Entre ellas, las principales son las siguientes.

  1. Corteza motora primaria

La principal estructura encargada del movimiento, se trata del área que va a generar y enviar la orden de movimiento a todos los músculos voluntarios del organismo. Es la parte del cerebro que envía la orden a los músculos para que se contraigan o tensen, generando el movimiento.

La corteza motora primaria no trabaja sola, requiere de la información proveniente de las siguientes zonas para realizar los movimientos. En la corteza motora primaria se encuentran, entre otras, las células de Beltz. Estas células de gran longitud, que irán a través de la médula espinal para hacer sinapsis con otras motoneuronas.

  1. Corteza motora secundaria

Esta área tiene un importante papel de programar y planificar los movimientos y las secuencias. A pesar de ello y de que la estimulación eléctrica de estas áreas puede llegar a producir movimiento, no es en sí la que se dedica a realizarlos, sino que se centra en organizar el movimiento antes de que la motora primaria pueda llevarlo a cabo.

Para la realización de un movimiento es necesario en primer lugar la actuación de estas áreas, para posteriormente poder pasar la información al área motora primaria y una vez allí enviarse la orden de ese movimiento. La corteza motora secundaria se encuentra muy conectada a las áreas de asociación. Dentro del área motora secundaria podemos encontrar dos regiones de gran relevancia.

2.1. Área premotora

Situada en la corteza motora, por delante de la corteza motora primaria y cerca de la cisura de Silvio, se encuentra el área o corteza premotora. Esta zona se encuentra especialmente vinculada a la programación y guía del movimiento, almacenando programas motores aprendidos mediante la experiencia. Ello también incluye el movimiento necesario para el habla. Suele actuar en aquellas respuestas motoras guiadas por un estímulo exógeno.

2.2. Área motora suplementaria

Parte de la corteza motora secundaria, el área motora suplementaria se encuentra asociada a la planificación, programación y coordinación en movimientos complejos, así como a la iniciación del movimiento. Participa también en aspectos como la adopción de posturas y además tiene influencia en movimientos descoordinados.

  1. Área de Broca

En diferentes clasificaciones se incluye al área de Broca dentro de las áreas motoras del cerebro, ya que permite la producción del lenguaje y el movimiento muscular necesario para ello. Se sitúa en el borde del área motora suplementaria.

  1. Áreas de asociación de la corteza parietal posterior

En algunas clasificaciones aparece esta área como una de las áreas motoras, debido a que transforma la información visual y de otros sentidos en instrucciones motoras.

La corteza motora primaria es influenciada y modulada por el cerebelo y los ganglios basales, así como otras áreas corticales.

Cerebelo: Esta estructura es fundamental para la coordinación, el equilibrio y la postura. Procesa la información sensorial y motora para ajustar con precisión los movimientos iniciados por la corteza motora, asegurando que sean suaves y coordinados. Envía información de vuelta a la corteza motora a través de núcleos talámicos.

Ganglios basales: Participan en la planificación e inicio de los movimientos, además de modular las respuestas neuronales en la corteza motora. Son cruciales para el aprendizaje motor y la selección de movimientos apropiados.

Áreas Premotoras y Suplementarias: Otras áreas dentro de la corteza cerebral, como la corteza premotora y el área motora suplementaria, están involucradas en la planificación y secuenciación de los movimientos complejos antes de que la corteza motora primaria los ejecute.

Tálamo: Actúa como una estación de relevo, transmitiendo señales desde el cerebelo y los ganglios basales, así como información sensorial, hacia la corteza motora, permitiendo la retroalimentación y el ajuste continuo del movimiento.

Lóbulo Parietal Superior: Esta región integra funciones motoras y sensoriales, proporcionando información importante a la corteza premotora y, a su vez, a la motora primaria, para guiar los movimientos en función de la percepción espacial.

Estas estructuras trabajan en conjunto en circuitos complejos para planificar, ejecutar y refinar los movimientos voluntarios del cuerpo.

Y todos estos mecanismos son el sustrato del comportamiento humano o la conducta. Como se percibe, es un proceso complejo.

 

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