LA NEURODIDÁCTICA DE LA MATEMÁTICA

Por: José Octavio Camelo Romero

La neurodidáctica de la matemática es una parte de la neurodidáctica, y por lo tanto, es una transdisciplina que aplica los conocimientos sobre cómo funciona el Sistema Nervioso Central del individuo humano cuando aprende matemática para estructurar modelos y estrategias de enseñanza-aprendizaje de la ciencia, eficientes y eficaces.

Su propósito es comprender los procesos cognitivos y emocionales que participan en el proceso de aprendizaje de la matemática en cuestión, pues la ciencia cuenta con varias ramas.

Pero, además, tiene en consideración el nivel del neurodesarrollo del individuo humano que aprende no solamente la ciencia, sino también, la rama particular de la ciencia que teóricamente aprende.

Este aspecto es crucial para que no se cometan muchos errores que actualmente se cometen en la enseñanza de la ciencia matemática desde el preescolar, pasando por la primaria, la secundaria y hasta la preparatoria o el bachillerato.

En lo que sigue, vamos a considerar que el individuo humano que aprende matemática ya está totalmente neurodesarrollado y sin ningún trastorno. Los que saben de estas cosas dirían que se trata de un “individuo neurotípico”.

La primera pregunta que debemos de hacernos es:

¿Cuáles estructuras cerebrales y subcorticales intervienen en los procesos cognitivos y emocionales del aprendizaje de las matemáticas?

Las estructuras cerebrales y subcorticales que intervienen incluyen áreas de la corteza cerebral, como el lóbulo frontal, parietal y temporal, así como estructuras subcorticales como el tálamo, el hipocampo y la amígdala.

Lóbulo frontal:

Participa en la planificación, el razonamiento lógico, la resolución de problemas y la memoria de trabajo, todos cruciales para el aprendizaje matemático.

Lóbulo parietal:

Es fundamental para el procesamiento numérico, el razonamiento espacial y la manipulación de símbolos matemáticos.

Lóbulo temporal:

Está involucrado en la comprensión de conceptos matemáticos y la relación entre símbolos y significados.

En cuanto a las estructuras subcorticales, se tienen la siguientes:

Tálamo:

Actúa como un centro de distribución de la información captada por los “receptores sensoriales” y que sea relevante para el aprendizaje matemático.

Hipocampo:

Participa en la formación de las memorias y en la Porconsolidación de los conocimientos matemáticos.

Amígdala:

Participa con las emociones e influye en la motivación por las matemáticas.

Ganglios basales:

Participan con las habilidades motoras, la automatización de procesos, la motivación intrínseca y la ejecución de cálculos, etc.

Por otra parte, ¿En cuáles aspectos específicos del procesamiento matemático participan las áreas cerebrales?

Lóbulo Parietal:

Esta área es crucial para el procesamiento numérico y el cálculo. Dentro del lóbulo parietal, se destacan el surco intraparietal (SIP), la circunvolución angular y la circunvolución supramarginal, que se activan durante tareas de suma, resta y multiplicación. El lóbulo parietal también está involucrado en la representación espacial y la capacidad cognitiva visual-espacial, que son importantes para la comprensión de conceptos matemáticos.

Lóbulo Frontal:

El lóbulo frontal, especialmente la parte inferior izquierda, está relacionado con funciones lingüísticas que son importantes para la comprensión y expresión de conceptos matemáticos. Además, el lóbulo frontal juega un papel en la memoria de trabajo, la planificación y la resolución de problemas, todos esenciales para el aprendizaje matemático.

Una interrogante más: ¿Cuáles neurotransmisores y hormonas participan en el aprendizaje matemático?

Los neurotransmisora clave incluyen la dopamina, que está relacionada con la motivación y la recompensa, y el glutamato y GABA, que están involucrados en la plasticidad sináptica y la modulación de la actividad neuronal. La Serotonina está asociada con el estado de ánimo y la regulación emocional. Las hormonas como la testosterona también pueden influir en el aprendizaje matemático, en áreas como la atención y la memoria de trabajo. El Cortisol la hormona del estrés, puede afectar la función cognitiva y la capacidad de aprendizaje.

La interacción de estos diferentes componentes, junto con las experiencias de aprendizaje, contribuyen a la complejidad del proceso de aprendizaje de la matemática.

En resumen, la enseñanza-aprendizaje de la ciencia matemática implica necesariamente que quien funja como enseñante de esta ciencia conozca por lo menos con cierto detalle, la rama que va a enseñar. Por poner un ejemplo, los docentes de preescolar y primaria deben de saber aritmética por lo menos. Pero además de la aritmética, deben saber el nivel de neurodesarrollo de los niños en el periodo de 3 a 5 años, de 6 a 10 años, de 11 a 15 años, etc. ¿Y esto para qué? Para que no digan tantas barbaridades o tantas mentiras sobre las matemáticas, y para que no atenten contra el desarrollo neuropsicológico de los niños. Por eso es urgente la formación neurodidáctica de todo el magisterio y de la burocracia que está en las instituciones educativas.

 

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