CON PRECAUCIÓN
Por: Sergio Mejía Cano
Por todo lo que se ha informado últimamente sobre las acciones emprendidas por el señor, Ricardo Salinas Pliego se intuye que ya rebasó todos los límites permitidos en cuanto a, como utiliza la concesión que tiene en una cadena televisiva: Televisión Azteca, para ser precisos.
Se entiende que como ciudadano y de acuerdo a la libertad de expresión que tenemos todos los ciudadanos mexicanos puede decir lo que quiera siempre y cuando no rebase los límites permitidos por la ley como difamar, infamar e incitar a la rebelión y la desestabilización social; sin embargo, al parecer todo esto lo tiene sin cuidado el señor Salinas Pliego debido a todo lo que ha publicado a través de las redes sociales, pero más por medio de sus canales de televisión.
Ricardo Salinas Pliego es concesionario y no dueño de la cadena de televisión que administra, ya que las líneas de trasmisión y radio pertenecen en sí al Estado Mexicano, es decir, a la Nación Mexicana, y existen reglas y leyes en cuanto al manejo de las concesiones que hablan de obligaciones y responsabilidades para y de los concesionarios; reglamentos y leyes que, por lo visto, no cuentan para nada para este señor que también, se ha dicho, tiene sobre sus hombros una gran deuda con el fisco mexicano, así como en el extranjero, en donde por cierto, de acuerdo a las noticias más recientes pagó una millonaria fianza en los Estados Unidos para no ser apresado por una deuda o al parecer un fraude cometido contra una empresa de comunicaciones del vecino país del norte.
De acuerdo a esta última noticia de la fianza que se dice que pagó Salinas Pliego en los Estados Unidos, abrió debate en nuestro país sobre por qué aquí en nuestro país no lo obligan legalmente a que cumpla con sus deberes ciudadanos y de empresario, ya que tal y como han señalado varios analistas, el Gobierno Mexicano está mostrando y demostrando cierta debilidad en cuanto a hacer cumplir con sus obligaciones a Salinas Pliego.
Tal vez el Estado Mexicano está tomando con prudencia el problema con el concesionario de Televisión Azteca debido a que, como se ha visto últimamente que tiene ya pleito casado con la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, posiblemente los detractores y adversarios de la actual administración federal, en caso de que llegar a actuar en contra de Salinas Pliego, a la mejor tomarían de inmediato esto como un tipo de venganza en contra del concesionario televisivo o en el caso de que se le cancelara la concesión, lo más probable es que desde el primer instante dirían estos detractores y adversarios que es un ataque a la libertad de expresión; aunque esté visto y comprobado que lo que prevalece en la mayoría de los programas de opinión, así como en noticieros es la mentira e información tergiversada que, de no ser por el detector de mentiras que se presenta todos los miércoles en la conferencia matutina que ofrece Claudia Sheinbaum, toda esa basura informativa y opiniones sesgadas se quedarían en el subconsciente colectivo de quienes vean y oigan lo que se dice en los canales de Televisión Azteca y sus filiales radiofónicas.
Hoy en día gracias a las redes sociales y programas en internet ya mucha gente no mira los canales de la televisión abierta; sin embargo, es obvio que también haya muchos mexicanos de ambos sexos que tengan acceso al internet y que para entretenerse vean televisión abierta y oigan la radio tanto en sus dos sintonías: amplitud y frecuencia modulada, AM y FM, respectivamente.
Así que las personas que nada más ven televisión abierta y que no investigan más allá sobre lo que vieron u oyeron y que posiblemente también haya gente que no ve televisión ni oye la radio y que está atenida nada más a lo que otras personas les dicen, lo más probable sean las personas que viven totalmente engañadas creyendo a pie juntillas lo que vieron, oyeron o les dijeron y, si alguien les dice o trata de hacerles ver que no es cierto lo que traen en la mente, por lo regular se sienten ofendidos porque no quieren que se les caiga el esquema que ya han fabricado en su mente.
Según algunos analistas, estudiosos y expertos en cuanto a las concesiones de las televisoras, Ricardo Salinas Pliego ya es merecedor a perder la concesión televisiva que tiene, pues no ha cumplido con la protección de la moral y la niñez ni con el contenido educativo y cultural ni fomenta valores cívicos, no ha evitado la corrupción del lenguaje y lo peor, que no ha cumplido con el respeto a la ley y la veracidad informativa.
Sea pues. Vale.