Por: José Octavio Camelo Romero
Es impresionante en número de padres y madres de familia que entrega a sus niños desde muy pequeños, el celular para que entretengan y no los estén molestando.
Pero, ¿Se han preguntado el daño que le están haciendo a su hijo con la pantalla?
El uso de pantallas en bebés de 0 a 6 meses puede causar daño en su desarrollo, afectando negativamente la atención y el sueño debido a la falta de interacción humana y la exposición a la luz azul. Además, puede retrasar el desarrollo de habilidades motoras y cognitivas, e interferir en la capacidad para regular emociones.
Impactos negativos
Desarrollo del lenguaje y cognitivo:
Las pantallas pueden llevar a retrasos en el lenguaje y el desarrollo cognitivo. Los bebés aprenden a hablar principalmente a través de la interacción con personas, y el tiempo frente a la pantalla sustituye esta actividad fundamental.
Problemas de sueño:
La luz azul que emiten las pantallas puede alterar el ritmo circadiano del bebé, dificultando su sueño. La falta de sueño adecuado tiene un impacto negativo en el desarrollo cerebral.
Dificultades en el desarrollo motor y de habilidades sociales:
El exceso de tiempo de pantalla puede interferir con el desarrollo de habilidades motoras como reptar, gatear, etc. así como con el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
Problemas de atención y regulación emocional:
Los bebés pueden tener dificultades para regular sus impulsos y lidiar con la frustración si están constantemente expuestos a la estimulación de las pantallas.
Menor calidad del vínculo afectivo:
El uso de pantallas por parte de los padres o cuidadores puede reducir la interacción y el vínculo con el bebé.
Riesgos del uso de pantallas en bebés de 6 a 12 meses
Desarrollo del lenguaje y cognitivo:
Las pantallas pueden retrasar el desarrollo del habla y afectar habilidades cognitivas como la memoria a corto plazo.
Habilidades sociales y control de impulsos:
La exposición temprana a pantallas puede interferir con el desarrollo de habilidades sociales y la capacidad de autorregularse, ya que los bebés no aprenden a manejar la frustración o a entretenerse solos.
Problemas de sueño:
La luz azul de las pantallas puede alterar los patrones de sueño de los bebés.
Problemas de atención y comportamiento:
Un exceso de tiempo frente a la pantalla puede conducir a problemas de atención y conductas más irritables o inquietas.
Salud física:
El uso de pantallas en niños de 1 a 3 años
El daño de las pantallas a los niños de 1 a 3 años incluye problemas en el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales, retrasos en el desarrollo, problemas de conducta, dificultades para controlar los impulsos, trastornos del sueño y riesgo de obesidad por sedentarismo.
Consecuencias del uso de pantallas
Desarrollo del lenguaje y social:
Puede haber retrasos en el desarrollo del habla y de las habilidades sociales, así como dificultades para la comunicación.
Problemas de conducta:
El exceso de pantallas se asocia con problemas de conducta, frustración y ansiedad.
Habilidades cognitivas:
Limitar la exposición a las pantallas puede mejorar la capacidad de controlar impulsos y fomentar la imaginación y la motivación.
Salud física:
El sedentarismo puede aumentar el riesgo de obesidad y problemas de postura. También puede causar fatiga visual y sequedad ocular.
Sueño:
El uso de pantallas puede afectar negativamente los horarios de sueño y la calidad del mismo.
Problemas de desarrollo
Lenguaje y habilidades sociales:
Se asocia con retrasos en el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales, ya que el tiempo frente a la pantalla puede reemplazar la interacción cara a cara y el juego.
Capacidad de atención:
Puede afectar negativamente la capacidad de concentración, el pensamiento creativo y la regulación emocional.
Problemas de conducta
Problemas de conducta:
El uso excesivo se asocia con problemas de conducta y mayores niveles de frustración.
Ansiedad y depresión:
En algunos casos, puede relacionarse con ansiedad e incluso depresión infantil, además de crear un riesgo de adicción.
Problemas físicos
Sueño:
El tiempo de pantalla puede alterar los horarios de sueño, provocando dificultades para conciliar el sueño y menos horas de descanso.
Obesidad:
El sedentarismo asociado al uso de pantallas, junto a la alimentación poco saludable que puede fomentar, aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad.
Visión:
El uso prolongado puede causar fatiga visual, ojos secos y visión borrosa, y puede aumentar el riesgo de desarrollar miopía y otros problemas de refracción.