Por: José Octavio Camelo Romero
La conducta de los niños, de los adolescentes o de los jóvenes en el aula y fuera de ella, no siempre es la socialmente adecuada. Sin embargo, de este inadecuado comportamiento para la sociedad, no debiera de seguir su condena, o su expulsión del seno familiar, de los grupos sociales o de los centros educativos. Muchos de los niños o adolescentes con este tipo de conductas tienen Dificultades Específicas de Aprendizaje o Trastornos del Neurodesarrollo, o viven en hogares disfuncionales, etc. Antes de los castigos debe evaluarse tal comportamiento.