Acabaron las campañas pero no las reflexiones y más

acabaronDIMENSION POLÍTICA  540

Por EZEQUIEL PARRA ALTAMIRANO

Finalmente Roberto González Bernal dijo no a Toñito

Argumentó punto por punto por qué no votará por él

No quieren equipos, quieren gatos a su servicio, afirma

Para él, Nayarit sería un desastre si resultara electo

El próximo domingo 4 de junio todos debemos votar

EN EL TRANSCURSO de las campañas políticas nayaritas que vieron su fin a la medianoche del pasado miércoles 31 de mayo para esperar la llegada del Día de la Verdad que es el próximo domingo 4 de junio en que cerca de 900 mil nayaritas acudiremos a votar por nuestros próximos gobernantes y representantes populares, vimos, leímos y oímos de todo.

Pero de todos los textos y reflexiones que se hicieron en los medios, pocos se dieron con la claridad con que fueron expuestas como lo hizo Roberto González Bernal, quien fuera uno de los más cercanos colaboradores del gobernador Antonio Echevarría, pero que luego de aquella gestión de controversia y polémica quién sabe por qué razones de mucho peso hicieron que González Bernal defeccionara del club de amigos y prosiguiera su camino por separado.

Sin embargo, dos días antes de la conclusión del tiempo legal, González Bernal publicó en el diario Realidades de Nayarit una reflexión que por su calidad y valía nos permitimos reproducir en este mismo espacio a continuación:

POR QUÉ NO VOTARÉ POR TOÑO ECHEVARRÍA GARCÍA

acabaron1Ante las insistentes preguntas de mis escasos lectores, acerca de por quién voy a votar, les digo que no diré nunca por quien voy a hacerlo. El voto es libre y secreto. Pero de lo que, si estoy plenamente seguro, es de decirles por quien sí no voy a votar. NO VOTARÉ POR ANTONIO ECHEVARRÍA GARCÍA. Aquí les van mis razones.

Primero quiero decirles que no votaré por él, no porque no tenga experiencia en la administración pública, ni tampoco porque no tenga ninguna trayectoria política. De la misma manera les digo que no votaré por él, porque no tenga una propuesta concreta y coherente para desarrollar Nayarit, así como tampoco votaré por él no porque con la soberbia por delante disfrazada de “estrategia política”, haya despreciado los eventos de sectores organizados e instituciones como la Universidad, la Coparmex y la CMIC, ni tampoco votaré por él, no porque le mienta cínicamente al pueblo al señalar que trae las manos limpias cuando todos sabemos que ha traficado y hecho negocios  con el gobierno.

Así mismo no votaré por él, no porque sea “hijo de papi” o simplemente no votaré por él, no porque no sepa ni haya sentido jamás lo que es la pobreza de la gente, o porque considere al gobierno como una empresa más, como tampoco votaré por él, no porque no quiera debatir con los demás candidatos, no, no es por ninguna razón de esas.

Si esas razones no son de peso para no votar por Antonio Echevarría García, entonces ¿Cuáles son? Es una sola razón, una simple y sencilla razón. Es un individuo carente de valores, predomina en él la perversidad, la ruindad y la mezquindad. Se los demostraré.
Siempre apoyé a los Echevarría. Primero a su padre cuando era un apestado político, estuve con él contra viento y marea. Luego fui del círculo cercano cuando lo llevamos a la gubernatura.

Al igual que muchos ciudadanos, creímos en Toño Echevarría porque representaba la esperanza de un buen gobierno. Lo apoyé estando en el gobierno y después fuera de su gobierno. Ahí supe del tráfico de influencias y de los negocios al amparo del poder que hizo el hoy junior candidato, quien descaradamente miente diciendo que trae las manos limpias. Alguien que sin un rubor de vergüenza le miente al pueblo demuestra su perversidad y su mezquindad. Salí de su gobierno, pero seguí apoyando a Toño porque siempre creí en él.

Después apoyé a su madre cuando en su segundo intento quiso ser gobernadora. Ya estaba separada de Toño, razón por la cual tenía serias limitaciones financieras para desarrollar un proyecto político de esa naturaleza. Martha me pidió apoyo y se lo concedí. Usé mis relaciones políticas personales para ponerlas a su servicio con el fin de buscar el financiamiento para su campaña. Me la llevé a Nuevo León y la reuní con un grupo de empresarios en San Pedro Garza. Ahí cayó, sorpresivamente, el junior Echevarría.

Desbarató el intento de apoyo porque a los empresarios les dijo que lo que no sabían ellos era que aún tenían la posibilidad de recargarse con el candidato de enfrente. ¿Quién era el candidato de enfrente? Roberto Sandoval. Ahí supe desde entonces, cómo tenía tratos con el gobierno actual, al grado de sacrificar a su madre en su proyecto político. La reunión resultó un fracaso.

Los empresarios no podían apostar a un proyecto sin certeza. No contento con desbaratar ese esfuerzo en bien de los Nayaritas, al día siguiente les habló a mis contactos para decirles que cualquier apoyo para su madre, era directamente con él, nada con Roberto González Bernal. O sea, mientras su servidor hacia esfuerzos por construir un proyecto en bien del pueblo encabezado por su madre, él me daba cuchilladas por la espalda. Nuevamente le apareció lo mezquino y ruin.

Pero aun así, seguí apoyando a Martha Elena, su madre. Concerté una reunión con Guadalupe Acosta Naranjo para negociar su declinación a favor de Martha Elena. Acordamos, junto con otras gentes que no deseo mencionar, que, si no le alcanzaban los números al mes de febrero del año de la elección, declinaría por Martha. Naranjo se rajó. Luego entonces apareció nuevamente el junior Echevarría para decirme que ya traía la declinación de Naranjo en la bolsa para que lo publicara en la prensa, pero que nomás no dijera que el grupo Álica lo había comprado como puerco flaco.

Cumplí su indicación al pie de la letra, sin embargo, al día siguiente me llama por teléfono para decirme lo siguiente: creí que eras de este equipo, me echaste a perder la declinación de Naranjo. Mi respuesta fue: Después de nueve años de estar con ustedes incondicionalmente, sin cobrarles un peso, solo porque creo que pueden hacer buen gobierno, ¿me dices que no soy del equipo? Y me dices que ¿por un periodicazo Naranjo no declinó? Me contestó, sí. Le salió nuevamente lo mezquino y ruin, Naranjo lo había chamaqueado y quiso limpiarse conmigo y con esa otra persona.

Pero aún más, convenció a su madre para que firmara un desplegado que se publicó en la mayoría de los diarios locales, donde se me desconocía a mí y a la otra persona que no deseo involucrar, como voceros y desconocían cualquier relación de ellos conmigo, que no era parte de ese equipo. Siempre lo ruin por delante, confunden la lealtad con el servilismo, no quieren equipos, quieren gatos a su servicio.

Y no contento con todo eso, nuevamente demuestra su carencia de valores, al andar aliado con quienes en su momento denostaron y combatieron a su padre. Recuerden que cuando Toño Echevarría Domínguez era candidato a gobernador, Castellón Fonseca era rector de la Universidad y éste, de manera por demás grotesca y aberrante, sacó un acuerdo del consejo general universitario, partidizando la institución y desviando recursos públicos, para apoyar al candidato a gobernador del partido que hoy dicen que quieren sacar del gobierno. El “honesto” Castellón usó el dinero de la UAN para una campaña del PRI. ¿Antes si querían al PRI y ahora no? Los perversos hoy se alían.

Así pues, el junior se ha comportado de manera mezquina y ruin con alguien que sólo pensaba construir un proyecto social en bien del pueblo donde ellos lo encabezaran, pero les ganó la soberbia y la mezquindad. Por eso creo y estoy convencido que personas carentes de valores, no deben gobernar ni Tepic ni Nayarit. Y no es ninguna razón basada en el odio o la venganza política, simplemente creo que si así tratan a quienes de manera incondicional pensamos que ellos un día podían hacer un buen gobierno para Nayarit, ya me imagino como tratará a los ciudadanos si llegara a ser gobernador.

A la luz de los hechos reconozco que me equivoqué. Con la gente usan la política del klenneex: úsese y tírese. No le tengo odio ni resentimiento, ni necesito del gobierno para vivir, pero estoy convencido que, para votar por una persona para gobernarnos, se debe creer en él y tenerle confianza como en un tiempo se la tuve a su padre. Yo no se la tengo. Por eso no votaré por él, no sin antes de todas maneras desearle éxito en su proyecto. Mientras tanto, como lo dije públicamente, primero que se potree y haga política, cuatro años son suficientes. Hoy no es su tiempo.
PD. Y para los que me digan malagradecido por estas palabras les aviso que la lealtad es recíproca, de ida y vuelta, no nomás de ida.

Por hoy es todo y mañana será otro día.

¡CONSUMATUM EST!

¿Alguna opinión? Escríbame:

ezpa70@yahoo.com.mx

Deja una respuesta