Crónica de un mal día en la capital nayarita

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Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! Mal día, me levanto, mi acostumbrado baño, mi desayuno y a trabajar, lo de siempre y todos los días de la semana, ¡uf!, un día más, de esos que uno se sale de su casa dispuesto a buscar la noticia de donde venga, algunas veces la encuentra uno pronto, ya sea porque alguien lo busca a uno, o porque toca la suerte de que algún politiquillo se quiere subir rápido a la palestra política.

Hoy no fue así, llegué al centro de nuestra bella ciudad, ahí donde siempre, y desde las siete de la mañana se reúnen varios amigos a componer el mundo, un reconocido maestro, un agente de ventas, y dos de ellos dedicados a la venta de casas y terrenos, más el dueño del negocio, este siempre contando anécdotas, mitad o más bien tres cuartos de estas mentira, y el último cuarto verdad.

En fin, me dicen, siéntate, y  pues al sentarse hay que tomarse un aromático café de ese que se cosecha en nuestra tierra, en Xalisco, café que es exportado y vendido también en todo nuestro país, hasta aquí todo bien, las mismas platicas de siempre, que ya viste con  que salió hoy de Peña Nieto, es un vaquetón, no tiene vergüenza, y menos ahora con el dedazo de MEADE, no dice otro, espérate que Trump le dé el visto bueno que aun no cante victoria.

Y así inicia la plática de todos los días hasta que cada quien se va a sus correspondientes trabajos, pero hoy no fue así, pues a diez minutos de mi llegada, de pronto llega un sujeto que en años no lo había visto, y al que conocí hace diez o doce años haciendo su servicio social en la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, ya que  en aquellos años estaba por terminar la carrera de periodismo.

Todavía sin llegar a nuestra sagrada mesa grita, ¡Oscar Zúñiga!, y me dice  agrito abierto y sin saludar a nadie, ya que por supuesto nadie sabía quién era, excepto yo, «dónde está tu ética, yo te conocí muy profesional, y ahora eres un arrastrado, lo que escribes es solo buenas notas de este pinché gobierno ratero, ya verás cómo nos va a tratar, no ves que no hay trabajo y no hay economía, y aun así tu no dices nada, qué te pasa».

Claro que con esto mis compañeros de mesa se vieron unos a otros y luego voltearon y me vieron todos a mí, creo que esperaban una reacción fuerte mía, ya que algunos dicen por ahí que soy de piquete corto, más sin embargo me contuve y le dije, no seas pendejo, ni siquiera van tres meses de gobierno y quieres que el gobernador haga milagros, hasta aquí todos en la mesa se veían, quizás preguntándose, ¿quién es este cabrón?

Claro, yo calmado sin alterarme le dije, tú te dices analista y sin embargo en el gobierno anterior ni siquiera abriste la boca, todos se quedaron callados, y yo cuando decía algo, al día siguiente ya me estaban llamado de la Fiscalía, o qué, ya se te olvidó como me trataba el Fiscal, no seas tonto, ubícate, la economía que tenemos es la que nos heredo Roberto Sandoval, y si no hay tal, no hay trabajo.

Total, entra al quite el dueño del café, que al igual que este sujeto del cual me reservo el nombre porque ni siquiera vale la pena mencionarlo aquí. y vaya que los dos se pusieron de acuerdo en echarle pifias al gobernador actual, pero también debo decir, los dos son un par de sujetos traumados, quizás porque nunca llegaron a ser lo que ellos quisieron en esta vida.

 Uno Licenciado en periodismo que terminó como vendedor en alguna tienda departamental y que ahora se dice analista político (ojo no es el que están pensando y que no me quiere), el otro vive de los recuerdos, dice, yo fui periodista, jefe de prensa en el ayuntamiento de Tepic, y en el PRI, escribía y todo mundo me tenía miedo. La verdad no le creo nada, porque de ser cierto esto muchos de mis compañeros lo sabrían, pero bueno, bien decía mi abuelo, » discutir con pendejos es engrandecerlos», y no les di el gusto de escuchar de mi alguna explicación.

Sé que esto es fuera de lugar, pero también queridos lectores, ustedes deben de saber que estamos en veda electoral y ahora los políticos no quieren hacer ninguna declaración de nada, lo que si les digo que para el mes de enero, este gobierno que ahora se ha calificado mal, no se vayan a asustar después,  porque habrá muchas sorpresas, pues hasta donde sé, todo lo que viene en puerta estará apegado a la ley.

Quizás por todo esto que me sucedió, a la mejor haya sido la causa de mi mal día, total, hoy no valió mi rezo donde le pido a dios no cruzarme con algún pendejo, definitivamente no fue mi día.

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