La depresión es un trastorno de tipo afectivo y multifactorial, el cual se incrementa en temporada invernal, debido a diferentes factores como son la disminución de la cantidad de luz solar, antecedentes de cuadros de depresión o síntomas de trastorno bipolar, además, de diversas cuestiones personales, laboral, de tipo económico, entre otros, señaló la jefa de bienestar social adscrita al departamento de prestaciones sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nayarit Ana Lilia Rivas Gutiérrez.
La especialista en psicología, informó en entrevista que la depresión se presenta en un gran porcentaje de la población, manifestando síntomas de tristeza, melancolía, cambios en el apetito, apatía, falta de concentración, insomnio, insatisfacción en las actividades que realiza, anergia, hipersomnia, incluso ideas suicidas.
Explicó que la depresión se ubica dentro de los trastornos afectivos que tiene un patrón de temporalidad, debido a que en invierno la cantidad de luz solar disminuye y ello afecta la producción de la hormona melatonina en nuestro cuerpo, esta a su vez se relaciona con otros neurotransmisores cerebrales, como es la serotonina, que es la hormona que se encarga del estado de ánimo.
“Para contar con elementos de diagnóstico de este padecimiento, es necesario el paciente presente los síntomas depresivos por más de dos semanas, y para controlar estos episodios se emplean fármacos, además de ser convenientes sesiones terapéuticas”, detalló la psicóloga.
Rivas Gutiérrez puntualizó que este fenómeno estacional se acompaña de alteraciones en la alimentación, se ingiere mayor cantidad de carbohidratos y se eleva la sensación de apetito. En la entidad se presenta un incremento en esta clase de enfermedades hasta del 30 por ciento en temporada invernal.
“Las mujeres, en proporción de tres por cada hombre es el grupo de edad que presenta con más frecuencia alteraciones en el estado de ánimo. Así mismo, en cuanto a grupo de edad, a cada vez se presenta en edades más tempranas, pero prevalece en los jóvenes de los 20 a 35 años, aunque no hay que olvidar que el adulto mayor es el más susceptible, sobre todo aquellas personas que se encuentran solas o no tienen algún familiar cercano”, destacó.
Adicionalmente, indicó que en los meses de diciembre y enero “estamos más susceptibles emocionalmente y no forzosamente se trata de una depresión, por ello, solucionar los problemas pendientes, fortalecer la autoestima, tener un mayor acercamiento con nuestros seres queridos, así como expresar nuestras emociones, dar y recibir el amor en diferentes formas, son actitudes que nos ayudarán a sentirnos mejor”.
Ante este panorama, el IMSS a través del Centro de Seguridad Social (CSS) y dentro del programa de pacientes referidos, atiende a los pacientes con síntomas de depresión mediante estrategias ocupacionales, en distintos talleres y prácticas de activación física.
Al término de la entrevista, la psicóloga recomendó que quienes presenten un cuadro depresivo en esta temporada acudan con un especialista en psicología o psiquiatría para ser valorados, pues no hay que olvidar que la depresión es una enfermedad, no una actitud que uno decida tener.