Por Octavio Camelo Romero

Con un costo de 576 millones de dólares bajo el esquema de obra pública financiada la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), aprobó el proyecto hidroeléctrico de la Comisión Federal de Electricidad “Las Cruces”, en aguas del río San Pedro Mezquital entre los límites de los municipios de Ruiz y Rosamorada, Nayarit.

Con 540 km de longitud, el río San Pedro Mezquital desemboca en la costa norte de la entidad y constituye un ecosistema clave para la mitigación del cambio climático, la migración de aves del Pacífico y la generación de recursos pesqueros. Por lo que la obstrucción del río dañará irreversiblemente Marismas Nacionales, uno de los sistemas de manglar más extensos de Norteamérica.

Se sabe que los manglares tienen  mayor capacidad para asimilar carbono en el suelo que la de cualquier otro ecosistema boscoso en el mundo. Por eso su preservación resulta estratégica y vital para la humanidad al mitigar los efectos negativos del calentamiento global. Los manglares capturan hasta cuatro veces más carbono por hectárea que otros bosques tropicales.

Al examinar sedimentos se encontró en promedio, cinco veces más carbono depositado que en los bosques manglar que en los bosques terrestres templados o tropicales. La pérdida de los manglares por deforestación y exposición de los suelos al sol, genera la emisión de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático, como son el carbono y el metano liberados a la atmósfera.

Si se deforesta esta cobertura vegetal, no sólo se pierde el contenido acumulado en la biomasa de la planta, sino también el que hay en los suelos, además de que se pierden los servicios ecosistémicos que brindan.

Preservar los manglares y restaurar las regiones donde han sido degradados es una solución, al menos parcial, al problema del cambio climático. Una de las grandes contribuciones es su propiedad de retener carbono de la atmósfera y almacenarlo en sus sustratos húmedos.

 Además de su productividad pesquera, los manglares funcionan como filtros biológicos, de hecho son los ‘riñones’ de la naturaleza al mejorar la calidad del agua al atrapar nutrientes, así como contaminantes provenientes de la agricultura y de las descargas urbanas e industriales.

A pesar del papel vital que desempeñan, estos sistemas se encuentran amenazados incluso a un nivel mayor que las selvas tropicales por los sistemas de presas que indirectamente interfieren con el flujo de los ríos que los proveen de sedimentos. Por eso “Las Cruces” es un proyecto hidroeléctrico “destructor” del ambiente.

El proyecto hidroeléctrico de Las Cruces, la enorme represa que bloqueará el río San Pedro y cortará los flujos de agua y limos esenciales para el equilibrio hidrológico de las Marismas Nacionales de Nayarit, fue denunciado como un ejemplo del abuso de un modelo empresarial insustentable, ante el Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU.

La hidroeléctrica “Las Cruces” apresa al río San Pedro Mezquital, el único que aún fluye libre en la Sierra Madre Occidental mexicana. El embalse inunda al poblado de San Blasito y afecta unos catorce sitios sagrados y un centro ceremonial, fuentes de cultura y vida espiritual de los pueblos indígenas de la zona Cora.

Las autoridades ignoraron las opiniones técnicas de autoridades nacionales y las recomendaciones de organismos internacionales sobre las amenazas que el proyecto representa para el ambiente y los derechos humanos. Esperemos que AMLO presidente revierta el proyecto. En fin.