Pareciera un “plan” diseñado en el régimen peñanietista para que se ejecutara en el Gobierno andresmanuellopezobradorista. El objetivo se antoja claro: acabar con la autonomía universitaria y, transformar, en el mejor de los casos, a dichas universidades en Institutos de Educación Superior, IES, dependientes del Gobierno Federal, cuando No, desaparecerlas por incosteabilidad.
Para dichos propósitos había que convertir a estos Centros Educativos en Centros de Corrupción. Y para ello las Secretarías de Estado del Gobierno de Peña Nieto no solo se prestarían sino que participarían activamente en dicha tarea. Las hicieron participar en escandalosos fraudes y en la creación de empresas fantasmas.
Una vez realizada esta labor, viene su divulgación a través de la Auditoría Superior de la Federación y de periodistas o de comunicólogos distinguidos. Las Universidades de Morelos, del Estado de México, de Veracruz, etc., son una muestra de tales acciones.
Con la llegada del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de un grupo destacado de neoliberales a la Secretaría de Educación Pública y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública, se cierra la pinza para poder actuar en el sentido de acabar con la Autonomía de las Universidades y con el cierre de algunas de ellas y la transformación de otras en IES del Gobierno.
Llama mucho la atención la pasividad del Sindicato de Rectores, ANUIES, y de los Sindicatos de dirigentes sindicales, ANASPAU, CONTU, ETC. Esta situación es sumamente preocupante para los universitarios nayaritas porque se avecina la renovación de dirigencias sindicales, sobre todo, en el SPAUAN.
Y por lo que se percibe desde fuera, existe la tentación de pulverizar la cohesión spauanista y de fraccionar al sector académico o docente. En las actuales condiciones precarias de la vida de las Universidades Autónomas y ante la inminente amenaza de perder la “Autonomía” de la UAN y su posible existencia como “Universidad”, situación que se refleja en el tratamiento dado a varias universidades como la Universidad Metropolitana, la Universidad veracruzana, etc., etc., cabe preocuparse y hacer un llamado a presentar un solo frente ante la SEP, SHyCP y demás Instituciones agresoras de la vida de la UAN.
En el presente momento y ante las actuales circunstancias se requiere de la disposición para llegar a acuerdos, para llegar a consensos. Es el momento de una verdadera unidad universitaria, de una unidad sindical. En fin.