La Yunta

Por Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! En mis más de sesenta años, es la primera vez que me toca ver un gobierno de la república titubeante, tal parece que aún no hay marcado un rumbo, y ahora con el azote a México de esta pandemia estamos padeciendo los estragos de la incompetencia gubernamental para dirigir un país. Nuestro país ha sufrido varios embates donde se ha quedado a punto de colapsarse.

Recordemos aquel presidente Gustavo Diaz Ordaz, él gobernaba México, cuando paso la crisis estudiantil del 68, más conocida como la “matanza de Tlatelolco”, pero a pesar de que fue un evento que le dio la vuelta al mundo, el país no tuvo recaída económica, política ni social, años más tarde, ya como presidente Luis Echeverría, vuelve otra vez México a cimbrase con el famoso “halconazo” suscitado el 10 de junio del 71. De igual forma todo México siguió su vida con normalidad.

Podríamos enumerar más crisis económicas como la que le sucedió a México en el gobierno de López Portillo. Aun los mexicanos recordamos que fue la primera vez que el dólar subió por las nubes, pero también recordamos a López Portillo cuando en cadena nacional por televisión dijo llorando aquella frase de, “defenderé al peso como un perro”, y claro que nunca lo cumplió. Sin embargo, el país siguió su vida normal a pesar de esa gran crisis financiera que afecto directamente al bolsillo de todos los mexicanos.

La última que les contaré fue el sexenio de Salinas de Gortari, con él no hubo crisis, ya que todo era “solidaridad”, programa que adaptó en su gobierno cuyo final fue dejarle al siguiente en turno que fue Ernesto Zedillo, un país en banca rota. Además de dejarle el paquete de un país medio revuelto socialmente por la muerte de quien fuera el candidato antes de Cedillo, que fue Luis Donaldo Colosio.

Por lo demás que el H1N1, eso fue como una vacilada para los mexicanos. Hoy las cosas son diferentes, pues a pesar de que tenemos un gobierno al estilo Frankenstein, no supieron enfrentar esta pandemia del COVID-19, pues a más de tres meses que se estacionará en México, todavía no se ponen de acuerdo para hacerle frente como se debe, sino que hasta ahora solo se la han pasado haciendo experimentos de prueba cuyos resultados no han sido contundentes.

Y si a esto le agregamos es desmantelamiento de los Servicios de Salud en todo México por el nuevo gobierno, quizás sea esto la punta de la madeja. Todos fuimos testigos cuando el presidente López Obrador en una de sus conferencias mañaneras a manera de burla sacó una estampa de la virgen diciendo que con eso no se nos acercaría el virus. Pero bueno, eso ya está comprobado que sí se acercó.

Hoy en día los hospitales carecen de medicamentos ordinarios, a pesar de que hubo mucho tiempo para preparase por esta pandemia, México sigue sin hacer las muestras que otros países han llevado a cabo sobre el COVID-19, pero sí podremos decir, que México le gana a todo el mundo en ocurrencias, por un lado dicen en el gobierno central que el contagio esta en su grado máximo, pero a mediados de mayo emite un decreto el Gobierno Federal donde autoriza que algunos negocios y empresas  a que trabajen en una capacidad del 30%.

Pero hoy circula un video en redes sociales donde textualmente López Gatell dice los siguiente: “Volver a la normalidad no quiere decir que sea como antes, es decir, salir a la calle, que quede clarísimo esto, no es que a las cero horas del lunes primero de julio ya se puede salir a la calle a las actividades normales”. Ahora la pregunta es, ¿para qué autorizan que ciertos negocios trabajen al 30% si la gente no podrá salir todavía a la calle?

Aquí en nuestra capital hasta el día de ayer había 127 casos de COVID-19 activos y21 defunciones, aclarando, que en los últimos cinco días han sido donde más se ha visto el aumento en los contagios. Mientras que en todo el estado tenemos 245 contagios activos y 56 defunciones, es decir, al Gobierno Federal no le importa la alerta que hoy tiene Nayarit, pero finalmente que importa, que al cabo ni las televisoras nos quieren.

En Fin, así las cosas, por último, de llegar a más de 500 infectados, que dios los agarre confesados, pues nuestros hospitales no tienen la capacidad para darles la atención que se requiera.