Por: Octavio Camelo Romero

Para los mexicanos está claro que los segmentos de empresarios, de intelectuales orgánicos, de profesionistas, etc., constituyen lo que coloquialmente llamamos la “derecha”. Sin embargo, tales segmentos asumen las doctrinas de los organismos multilaterales, fruto de la segunda guerra mundial y del actual nivel de desarrollo del capitalismo planetario o global.

Algunos Sectores de la Derecha se han dejado llevar por su incultura y califican al Gobierno del presidente André Manuel López Obrador como un Gobierno Comunista, o en el mejor de los casos como un Gobierno Socialista. El Estado Mexicano estuvo manejado por más de 30 años por la “Derecha Neoliberal”, y aunque AMLO ganó las elecciones presidenciales con más de 30 millones de votos que corresponden a más del 50 por ciento de los votantes, no ha logrado desparasitar a las estructuras de los Poderes de la Unión. Sin lugar a dudas el presidente López Obrador ha tenido grandes avances, sin embargo, no ha podido limpiar toda la casa y le quedan algunos resabios neoliberales pendientes. Es así que todavía se localizan personajes o ideologías de la Derecha Neoliberal en el Estado Mexicano, tanto en los niveles Federal, Estatales y Municipales.

Parte de esos sectores de la Derecha Neoliberal incrustada en los tres niveles del Estado Mexicano ha hecho suya la “Concepción de la Educación” de los organismos multilaterales de crédito, la cual es de Naturaleza Económica y en este sentido establece como parámetro básico de la evaluación educativa el principio neoclásico de la “Eficiencia” por encima de las consideraciones neuropedagógicas, neuropsicológicas y sociales de los procesos de educación, formación y desarrollo humano.

Según ellos y la Banca Multilateral, los problemas educativos México son culpa de la ineficiencia de las Instituciones Públicas de Educación; por eso la educación debe de dejar de ser pública para convertirse en privada. Y precisamente por eso mismo la Universidad Autónoma de Nayarit debe convertirse en un centro educativo privado. En este sentido, la Educación Universitaria deja de ser “derecho social” de los nayaritas para convertirse en una industria productora de rentabilidad, que el Banco Mundial la mide como el mayor ingreso monetario que recibe un egresado universitario como resultado de su educación.

En tal sentido la UAN pasa a ser un Sector de la Economía de Nayarit, cuya misión principal es la transmisión de información y experiencias para el incremento de las ganancias de los empresarios. La derecha incrustada en el Gobierno piensa que el Estado Mexicano debe dejar de invertir en la UAN por cuanto como privada, la educación deja de ser un derecho social.

Y las instituciones privadas reaccionan a los cambios de la oferta y la demanda, por eso se puede ampliar la oferta educativa con poco o ningún costo para el Estado. Sin embargo, la Derecha Neoliberal del Gobierno no le hace caso a la pretensión del presidente López Obrador de extender la gratuidad educativa a la educación superior. En fin.