Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! Como siempre, de nuevo ya iniciaron las denostaciones en contra de los candidatos, esto de seguro es por parte de algunos bot manejados por los simpatizantes, en otro orden, por qué no decirlo, gente de los propios candidatos a quienes les pagan por hacer esta guerra sucia en contra de sus adversarios. Pero, esto no se vale, sí dicen y gritan a los cuatro vientos que van ganado la preferencia del electorado, entonces para que hacer este tipo de denostaciones que los deja mal parados.

En fin, hace unos días estuve en Puga, ahí me di cuenta de que estaría Miguel Ángel Navarro Quintero, solo que llegaría de acuerdo a su programa a las siete de la noche, -bueno, pensé, ya estoy aquí pues me espero. Por la calle principal ya se veía mucho movimiento de la gente que se acercaba donde se encontraban decenas de hileras de sillas para que la gente estuviera cómoda, hacia ahí me dirigí, buscando alguna cara conocida.

De pronto se me vino a la mente que los Navarro Quintero, digo los porque eran dos, José Ramon (+) y Miguel Ángel oriundos del Poblado de Francisco I. Madero más conocido como Puga. José Ramón Navarro casi un héroe para los pugueños, pues hay que recordar, que en el periodo de 1976 a 1978, Ramón fue presidente municipal de Tepic. Periodo en que Puga tuvo un gran auge en todos los sentidos.

Por ejemplo, Puga desde ahí tuvo dos kínderes, dos escuelas primarias, una escuela secundaria y un CEBETIS que este fue llevado ahí por Ramon Navarro, pues ahí todavía existía la educación parroquial, la iglesia era dueña de un kínder y una escuela primaria. Así mismo, Ramon Navarro impulso para que llegara a Puga la clínica del Seguro Social, o sea, fue todo un benefactor de su pueblo.

Hago esta referencia, porque cuando Miguel Ángel Navarro le daba su mensaje a su pueblo ahora como candidato a la gubernatura de Nayarit, una persona de entre los cientos que ahí había presentes, se levanta de su asiento y le recuerda al doctor a su hermano Ramón Navarro. Aquí debo decir, que mis respetos para Miguel Ángel Navarro, ordenó que aquel desconocido para mí hablara por medio de un micrófono que le mandó para que todos escucharan lo que le dijo al candidato. Debo admitir que este es un gesto del doctor que habla muy bien de él.

Este fue el motivo para que delante de su gente que lo vio crecer como persona y como profesionista, Navarro Quintero recordara su origen, que orgullosamente relato. “Soy hijo de un chofer de un camión que acarreaba caña, y en un viaje a Guadalajara mi padre murió en un accidente, pero aquí todos conocen mi historia, yo también en las lluvias cuando pasaba aquí por el camino real me llenaba de barro rojo mis huaraches, y ustedes lo saben, que yo también vengo desde abajo”.

De sobra sale decir, que las peticiones por parte del Comisariado Ejidal, y del dirigente de los trabajadores del ingenio fueron algo que se escuchó muy triste. Digo así porque el Comisariado Ejidal pidió una ambulancia, pues a pesar de que el ingenio es una de las pocas industrias con que del estado cuenta, y que casi todo el pueblo de Puga trabaja ahí, no cuenten con una ambulancia para las emergencias de sus trabajadores ni de la población.

La petición del dirigente de los trabajadores del ingenio fue la rehabilitación de la clínica del IMSS que ahí se encuentra pero que está abandonada, no hay servicio médico ni para urgencias, así como tampoco hay servicio por parte de la Secretaría de Salud, ahora se entiende porque dije que da tristeza escuchar este tipo de peticiones, pero bueno, no es que me esté metiendo mucho en esto, pero hoy me avisaron que al parecer Miguel Ángel Navarro ya les gestionó la ambulancia, y que será administrada por el Comisariado Ejidal y la dirigencia de los trabajadores del ingenio.

Pero ¡ojo!, esto no quiere decir que solo fueron estas las peticiones, hubo muchas, pero estas de los servicios de salud son las más importantes en la vida del ser humano, pobre Puga, tan cerca del cielo y tan alejado de dios. Pero bueno, hubo muchas cosas más, pues la visita se prolongo casi hasta las nueve y media de la noche, y así como fue llegando la gente así se desapareció, solo el que se ha criado en un rancho me entenderá.

Pero hay algo muy importante en esto fuera de la política, qué bonito es que rompas la barrera y sí seas profeta en tu pueblo como se lo demostró a Navarro Quintero la gente que lo vio crecer, por último, debo decir, que en esta campaña no he sido invitado, simplemente se dio la casualidad.