Por: Octavio Camelo Romero
Todo el problema es que el presidente López Obrador quiere disponer de 12 mil millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional, FMI, otorgará a México en calidad de préstamo a una tasa de interés bajísimo menor al 1 por ciento, y la autoridad del Banco de México le dice no es posible.
Aquí hay varias cuestiones interesantes. ¿Por qué el FMI tiene tanto capital disponible? ¿Por qué el FMI lo dispersa a los Estados Nacionales? ¿Por qué el FMI hace la dispersión sin condiciones? ¿Por qué el FMI lo presta a una tasa inferior al 1 por ciento? ¿A dónde va a parar ese préstamo del FMI a México? ¿Por qué el Banco de México le niega el uso de ese dinero prestado por el FMI al presidente López Obrador? Y ¿Para qué quiere el presidente López Obrados los 12 millones de dólares que le presta el FMI a México?
Desde antes de la pandemia del covid-19 el régimen de producción capitalista mundial estaba sufriendo una sobre acumulación de capital. En las condiciones normales, el capital después de cada ciclo anual vuelve a reproducirse en las mismas condiciones. Y a determinado tiempo, las ganancias las reinvierte ampliando la planta productiva, abriendo otra o invirtiendo en bolsa de valores.
A esto se le llama reproducción ampliada de capital. El asunto es que desde antes de la pandemia ya existía una sobre acumulación, esto es, que las ganancias eran tan altas que no se podían reinvertir. Esta situación era consecuencia de la crisis estructural del capitalismo. Y tal situación se acentúa con la paralización de la economía mundial a causa de la pandemia del covid-19.
La sobreacumulación se expresa en la presencia de capital ocioso en cualquiera de sus formas, como maquinaria y equipo, como mercancía en los anaqueles, como dinero o capital dinero, etc. Una de las vías para paliar la sobreacumulación fue el desarrollo del capital ficticio a través de la creación de los productos financieros. Pero estos no han sido lo suficientemente efectivos como para satisfacer la oferta del capital ocioso. Sigue existiendo capital ocioso en demasía. El régimen de producción capitalista, real y ficticio, sigue sin satisfacer la oferta de capital.
Por eso, este excedente de capital que no encuentra salida, se le otorga al Fondo Monetario Internacional, al FMI, para que éste se lo preste a los Estados Nacionales. Y para que acepten el préstamo, se los presta a una tasa de interés menor al 1 por ciento y sin condiciones.
El presidente López Obrador piensa aceptar ese préstamo pensando en pagar parte de la deuda que le cobran intereses más altos, y con ello renegociar la deuda vieja, entre otras, la deuda de PEMEX. Pero el dinero del FMI iría al Banco de México y éste le niega al presidente de México el uso de ese recurso para el pago de deuda.
El Banco de México es el Banco de todos los Bancos que operan en el país, porque las reservas de México se las presta a la banca privada para que hagan negocio con ese dinero público. Por eso los bancos y los financieros internacionales defienden la autonomía del Banco de México. Y esperan que los 12 mil millones de dólares que prestará el FMI vayan a engrosar sus activos, o sea, los negocios de los banqueros trasnacionales. En fin.