Las escaleras se barren de arriba hacia abajo

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Por: Sergio Mejía Cano

Al recorrer las céntricas calles de la capital nayarita y en encuentros ocasionales con algunos camaradas, la mayoría de estos coinciden y se peguntan el porqué de la pasividad de la burocracia de a pie, después del anuncio de que se les quitarán la mayoría o todas las prestaciones de las que algunas de ellas se podrían contemplar como conquistas laborales que, si bien se pudieron haber dado por acuerdos sindicales y partidistas, dichas prestaciones no se pudieron haber otorgado durante tantos años si nada más hubiesen sido de palabra y sin ningún sustento firmado por todas las partes.

Obviamente que existe la posibilidad de que sindicatos y trabajadores al servicio del estado y municipios estén fraguando ya la defensa de sus intereses e ingresos salariales, sopesando la probabilidad de lo que es legal y lo que no tenga un buen sustento bien documentado, firmado y plasmado en los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT), en el entendido de que el gobierno estatal ni el municipal puedan quitar nomás así dichas prestaciones, pues se supone que todo debe llevar a un proceso en que verdaderamente se justifique por qué se van a suprimir dichas prestaciones.

Porque obviamente que no basta con que ambos gobiernos digan nada más que las finanzas no les alcanzan para pagar lo que tienen que ganar los trabajadores al servicio del estado y municipios; y menos, por los altos salarios que ganan tanto políticos como funcionarios, directores y titulares de dependencias e instituciones gubernamentales y, desde luego, los aviadores que, por lo que se ha seguido informando, siguen y siguen apareciendo y, al parecer, sin poder erradicarse del todo de una buena vez por todas.

Existe la posibilidad de que como siempre, se esté aplicando la máxima de que el hilo se tiene que reventar por lo más delgado y, en este caso, es golpeando a la burocracia de a pie, sin voltear hacia más arriba que, se podría afirmar, es en donde se da la más fuerte fuga de las finanzas.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, constantemente ha dicho que las escaleras se barren de arriba hacia abajo y no al contrario; sin embargo, al parecer el gobierno nayarita no ha comprendido muy bien del todo esta máxima que, desde siempre se ha dicho y no nada más en este sexenio, pues queda claro que, quien quiera o pretenda barrer una escalera de abajo hacia arriba, por fuerza tendría que seguir ensuciando el escalón de abajo; de ahí que sea una frase contundente y congruente el que se tengan que barrer las escaleras de arriba hacia abajo.

Así que, el golpear en un principio a la burocracia de a pie, en nada se podría remediar el que las finanzas estatales y municipales se llegaran a fortalecer de algún modo, por lo que se tendría que comenzar de arriba hacia abajo, revisando primeramente los altos salarios que perciben desde los regidores y políticos, así como demás funcionarios de los tres niveles en los tres Poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, porque existe la posibilidad de que sea por ahí por donde se gasta mucho más dinero del presupuesto que por pagar las prestaciones de la burocracia de a pie, de la que la mayoría de ellos, se ponen a mano de sus deudas o más o menos las contienen un tiempo, con las prestaciones navideñas que, son precisamente las que se les pretenden recortar.

Y, a propósito de los regidores, en un principio se dijo que sus cargos serían por honorarios y no por los altos salarios que ahora perciben, lo mismo las grandes cantidades de dinero que reciben los diputados de ambos sexos. Y si bien se dice que entre los altos sueldos que perciben tanto regidores como diputados es para que atiendan a sus representados, acudiendo a sus distritos y atendiéndolos en sus oficinas; pero lo que sucede la mayoría de las veces es que, ya una vez ocupando dichos cargos, si ven a sus supuestos representados, aplican por lo regular la consabida frase de “si te vi ni te conozco”, pues cuántas veces no se ha documentado y sabido de regidores, diputados y hasta algunos presidentes municipales que se convierten en seres inaccesibles para la gente que los busca para que atiendan anomalías en sus colonias y distritos y asuntos de servicios, respectivamente.

Claro que no se generaliza, pero es común que gran parte de la población no sea atendida por estos servidores públicos.

Así que las protestas que posiblemente se den en estos días por parte de la burocracia de a pie, se dé hasta que se concrete bien lo dicho por los gobiernos.

Sea pues. Vale.

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