Posible adiós a las garantías individuales y los Derechos Humanos

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Por: Sergio Mejía Cano

El día de ayer, 7 de junio, Día de la Libertad de Expresión en México, en el portal de internet de meridiano.mx, aparece una nota firmada por Fernando Ulloa Pérez, con el encabezado “Operativos de vigilancia en las calles de Tepic”, en donde entre otras cosas señala que “aseguran los agentes policíacos que gracias al conocimiento que poseen del lenguaje corporal les es posible detectar a los presuntos malhechores”.

Se entiende que estos operativos son en bien de la ciudadanía tepiqueña y quienes visitan la capital nayarita; sin embargo, desde luego que también son violatorios a las garantías individuales y los Derechos Humanos, porque se viola flagrantemente por parte de las autoridades el artículo 16 constitucional, principalmente, ya que dicho artículo dice en su primer párrafo claramente que “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesión, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento”.

El hecho de que en este artículo constitucional se diga que “nadie”, se supone que es nadie; por lo tanto, el hecho de que un ciudadano vaya caminando tranquilamente por la calle y sea detenido por uno de estos operativos, obviamente que se podría oponer a una revisión corporal e incluso a responder preguntas sobre sus datos personales ni decir a dónde va y de dónde viene ni a qué se dedica. El problema es que, con una actitud de este tipo, podrían acusarlo de “resistencia de particulares”; pero, ¿Quién no se va a oponer a una agresión de este tipo, así sean policías de cualquiera corporación? Claro que habrá gente que, precisamente por no deberla ni temerla coopere de buen grado; pero, aun así, se le estarían violando sus garantías individuales y Derechos Humanos, porque se supone que la virtud de un mandamiento escrito por la autoridad es y debe se personalizado y no para una orden de carácter general para detener a cuanta persona les parezca sospechosa a los policías.

Esto de las revisiones corporales a gente que les parezca sospechosa a los policías, supuestamente expertos en lenguaje corporal, es algo muy parecido a los también inconstitucionales retenes vehiculares, los que más bien se parecen a un mal pescador que lanza una red a ver qué atrapa sin investigar primeramente en donde está el cardumen. Así con estos operativos de revisiones corporales, en donde también entraría otra violación a otra ley muy específica: la de discriminación, pues con el hecho de que nada más por un aspecto o apariencia o movimiento corporal, ya con eso se va a molestar a una persona.

Desde luego que estos operativos podrían dar más pie para que los abusos y prepotencia de algunos policías se acrecienten, pues como “mandado no es culpable”, algunos elementos de las corporaciones policíacas se sentirán con manga ancha para esculcar a toda persona que tenga la mala suerte de caer en sus manos.

Ojalá y el conocimiento que tengan los elementos policíacos sobre el lenguaje corporal no sea igual o parecido al de la “especialista en lenguaje corporal” de la señora Mary Fer Centeno que evaluó al presidente Andrés Manuel López Obrador cuando visitó en la Casa Blanca al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, porque el presidente mexicano no se desabrochó el saco al sentarse, porque tenía las piernas muy abiertas, los pies apuntando uno a otro, la quijada trabada, etcétera, supuestamente todo eso era indicativo de que no estaba a gusto, que para nada se le veía cómodo y relajado.

Y a propósito de saco y corbata, podría suceder que, en estos operativos que se están anunciando en dicho portal que un tipo bien vestido con ropa de marca o con traje y corbata no sea molestado para nada debido a su apariencia; sin embargo, otra persona con ropa casual o desgarbada sí podría ser molestado, con la probabilidad de que tal vez el bien vestido sea un posible delincuente y el desgarbado no.

En esto de personas sospechosas, en los Estados Unidos, cuando Rober Kennedy era senador, cuestionó a un miembro de la Suprema Corte de aquella nación porque había dicho que los sospechosos deberían ser detenidos, principalmente los afroamericanos. Entonces Kennedy le preguntó por qué tenían que ser detenidos si no habían cometido delito alguno, respondiendo el de la Suprema Corte que podrían cometerlo en el futuro, así que mejor asegurarlos de una buena vez. Esto generó risa al mismo Kennedy y demás personas que se encontraban en el Capitolio en esa ocasión.

Sea pues. Vale.

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