EL CAMINO DEL APREHENDIZAJE PARA DOCENTES

Por: José Octavio Camelo Romero

Con mucha prudencia podemos decir que para la operatividad de la Neurociencia Cognitiva debemos partir de ciertos Axiomas.

El Ser Humano es multidimensional.

El Ser Humano es, a la vez, Biológico, Psíquico, Social, Emotivo, Emocional, Afectivo y Racional.

El Ser Humano funciona como una unidad en la que procesa todas las dimensiones.

El Cerebro No Olvida. El Cerebro Sustituye.

El Cerebro en primer lugar es Emocional

El Cerebro en primer lugar da respuestas automáticas a estímulos

El Aprendizaje comienza con las Sensaciones

El Aprendizaje es una Capacidad

El Aprehendizaje es un Hábito

Surge la pregunta importante para la enseñanza. ¿Para qué les sirven estos axiomas a los profesores y profesoras?

Si el “Aprendizaje” es la capacidad de aprender, pero además comienza con las “Sensaciones”, y si nuestro cuerpo tiene un “Cerebro Emocional”, entonces al “Estimulo” recibido de la actuación del o de la “Docente”, el cerebro dará una respuesta automática. Y esta respuesta es una “Emoción”. Pero si la “Emoción” es Miedo, Temor, Ira, o sus derivados, entonces el “Aprendiz” cierra sus puertas y bloquea el aprendizaje, produciendo cerebralmente, por lo menos, altas concentraciones del neurotransmisor GABA y de Cortisol.

Pero, si el Estímulo recibido por la actuación del o de la Docente provoca una Emoción Placentera, Alegría, Gusto, etc., entonces el cerebro del aprendiz producirá altas concentraciones del Neurotransmisor Dopamina, de la Serotonina, de la Endorfina y / o de la oxitocina, todas ellos correspondientes a la felicidad.

Si se fijan bien, nos estamos refiriendo únicamente a la llegada del o de la docente al Aula, de su presencia ante el grupo, de su saludo y de la presentación de lo que será su clase. Ni siquiera nos referimos a su desempeño como profesor o profesora exponiendo su clase.

A continuación, veamos algunos aspectos del camino del Aprehendizaje.

Existen varios Neurotransmisores vinculados a la felicidad, a la satisfacción y, en general al “bien estar”. Pero dentro de ellos, la Dopamina juega entre otras cosas, el papel de “motivador”. Por eso, es relevante saber que actividades y alimentos provocan la producción de Dopamina, y los profesores y profesoras debieran estar atentos y atentas a ellos.

Señalemos algunas de las actividades que pueden desencadenar la liberación de dopamina en el cerebro. Algunas de estas actividades son, el ejercicio físico, las experiencias sociales, la consecución de metas, escuchar música o disfrutar de alimentos.

Ejercicio físico, ya sea aeróbico o anaeróbico, estimula la liberación de dopamina, mejorando el estado de ánimo y la concentración.

Actividades que desafían el cerebro como resolver rompecabezas, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical pueden aumentar la producción de dopamina.

Interacción social, por ejemplo, pasar tiempo con amigos y familiares, o participar en actividades grupales, puede aumentar la liberación de dopamina.

Conseguir metas, esto es, establecer metas y trabajar para alcanzarlas, ya sean pequeñas o grandes, puede generar un aumento de dopamina al alcanzar el éxito.

Actividades placenteras como escuchar música, disfrutar de la naturaleza, o disfrutar de alimentos ricos en proteínas o que nos gusten, pueden desencadenar la liberación de dopamina.

Tiempo al aire libre y con luz solar estimula la liberación de endorfinas, que también están relacionadas con la dopamina.

Oler aromas agradables como el olor de la comida, o incluso el olor a algo que nos gusta, puede desencadenar la liberación de dopamina.

Establecer rutinas como crear un plan de actividades regulares y estructuradas puede ayudar a mantener los niveles de dopamina estables, ya que la previsibilidad y la rutina pueden ser satisfactorias.

Desarrollar hobbies apasionen y que disfrutemos, como pintar, escribir, cocinar, o cualquier otra afición, puede aumentar la dopamina.

Realizar actividades de autocuidado como ducharse con agua caliente, leer un buen libro, o cualquier otra actividad que nos permita desconectarnos puede aumentar la dopamina.

Por lo que respecta a los alimentos, sobre todo los alimentos ricos en tirosina, ayudan a estimular la producción de dopamina. Entre ellos están:

Las carnes: Carne roja, pollo, pavo.

Los lácteos: Leche, queso, yogur.

Los frutos secos: Almendras, nueces.

Las frutas: Plátanos, aguacates, arándanos.

El chocolate: Chocolate amargo.

Las legumbres: Soya, frijoles

Las verduras: Verduras de hoja verde.

Otros como: Pescado, pimiento rojo, semillas de calabaza y sésamo también pueden ayudar a liberar dopamina.

Una dieta equilibrada, el ejercicio regular y la gestión del estrés son fundamentales para mantener niveles saludables de dopamina.

Agradezco a mis lectores

 

Deja una respuesta