Por: Sergio Mejía Cano
Es evidente que la imprudencia de unas personas perjudica a otras más, como en los accidentes automovilísticos entre vehículos y atropellamientos a personas, tanto en las ciudades como en las carreteras. Una persona se atraviesa sin fijarse una calle y ya pasó a perjudicarle y amargarle el día a quien vaya detrás del volante. Otra más invade el carril de circulación contraria y ya desestabilizó a una o varias familias.
Sigue leyendo Se debería reconocer la no culpabilidad de una persona de inmediato