Por Octavio Camelo Romero
Tras un descanso forzoso ocasionado por el criminal olvido de fumigar la ciudad de Tepic para combatir al sancudo divulgador del dengue hemorrágico, y de encontrarme literalmente inerme “a la buena de Dios”, esperanzado a que mi cuerpo reaccionara positivamente, vuelvo a la vida en medio de un sinnúmero de notas informativas perversamente manejadas con el propósito de hacernos creer que la economía nacional crecerá en el 2016 y con ello se evitará la futura crisis económica.