Blanca García Arias es homenajeada por el Gobierno del Estado

blanca1Recientemente, el Gobierno del estado reconoció a los más distinguidos deportistas de su historia, incluyéndolos en el Salón de la Fama del Deporte en Nayarit. Una de esas figuras es Blanca García Arias, la mejor voleibolista mexicana del siglo XX.

Blanca García nació en Tepic, el 7 de abril de 1947, e inició su trayectoria deportiva gracias al llamado programa de búsqueda de prospectos para conformar la delegación que representaría a México en la XIX Olimpiada y, un poco antes, al trabajo del profesor Javier Gutiérrez y su búsqueda en Nayarit de prospectos para las selecciones varonil y femenil de volibol.

Esta destacada deportista nayarita inició en el volibol sin otras cartas credenciales que una muy buena estatura (1.85 metros), juventud (18 años de edad en 1965) y disposición para hacer lo necesario para convertirse en una deportista de nivel olímpico.
En un artículo reciente publicado en el diario Excélsior (del 13 de junio de 2016) Saúl Trujano escribe, a propósito del regreso de la Selección Mexicana de Volibol a los Juegos Olímpicos Río 2016: “Eran los años maravillosos del volibol, cuando de la mano de un entrenador rumano, Gabriel Cherbetiu, y un polaco, Stanislaw Poburka, se sentaron las bases que el país no pudo explotar en las siguientes dos décadas”.

blancaY a propósito de la búsqueda de prospectos, en ese mismo artículo se recogen unas palabras de Gabriel Cherbetiu, el entrenador rumano que llegó a México solicitando jugadores altos: “Contestaron que aquí no había gente alta, pregunté dónde jugaban basquetbol y me dijeron que en el norte. Dije: perfecto, voy al norte. Fui en un plan de juegos de demostración a Culiacán, Baja California, Monterrey y Guadalajara. Traje cuatro jugadores de Baja California que no sabían de qué trataba el volibol, pero tenían entre 1.92 y 2.03 metros”.

“Y así llegaron a Nayarit, para encontrarse con Blanca García”, señala Trujano, dejando la palabra a la nayarita, quien afirma: “No sabíamos siquiera que existían los Juegos Olímpicos. Es un estado chiquito a donde no llegaban noticias ni teníamos televisión. Empezaron a seleccionar chicas altas sin saber si jugábamos o no, de ahí nos llevaron a un proceso de año y medio y nos quedamos en la selección. Hubo mucho interés y se escudriñó todo el país para seleccionar a gente de buen físico. Llegamos a México y empezamos a entrenar con una disciplina militar”.

Y así, con una preparación inusitada para el volibol nacional: mil 700 horas para los varones y 2 mil 100 para las mujeres, llegaron a los juegos olímpicos las selecciones mexicanas de volibol que habrían de enfrentar a selecciones que tenían en su haber algo así como 7 mil horas de trabajo.

Finalmente, la selección varonil ocuparía el décimo y último lugar, mientras que las mujeres (entre quienes se encontraban Blanca García y Yolanda Reynoso) ocuparon el séptimo lugar, después de caer en tres sets ante Japón, Checoeslovaquia, Corea del Sur y la Unión Soviética; en cinco sets en los duelos ante Polonia y Perú, y obteniendo una histórica victoria en tres sets sobre Estados Unidos, el 26 de octubre.

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