Don Lino el vendedor de ilusiones en Tepic

don linoPor: Oscar Zúñiga

Hoy hablaremos de un personaje muy peculiar de nuestra ciudad y que pasa desapercibido para todos, «el vendedor de ilusiones», Don Lino, como lo conoce mucha gente. Su nombre J. Lino Ramírez Limón, nacido en el rancho Las Higuerillas un día 29 de noviembre de 1930, en el municipio de Tlaquepaque, Jalisco.

El dice no acordarse de cuantos años tenía cuando su familia llegó a Nayarit, concretamente a Santiago Ixcuintla, esto a principios de la bonanza de lo que se conocería años más tarde como la Costa de Oro, ahí su primer trabajo fue en el campo, recuerda que ya adolecente el salario era de tres pesos semanales, ¡huy!, dice don Lino, – «con ese dinero se compraba uno hasta guaraches, pos valían un peso con cincuenta centavos».

Fue así que a la edad de 30 años decide emigrar a nuestra ciudad, aquí trabajó en un taller de laminado y pintura, ahí aprendió a pintar carros, dice, – «también pintaba casas», pero esto duró muy poco, pues de ahí se dedicó (realmente ya no se acuerda bien los años) a vender billetes de lotería como comisionista de la Lotería Nacional,

Esto quiere decir que ya lleva más de 45 años trabajando como vendedor de billetes de lotería, pues desde hace quince años, don Lino es pensionado por la Lotería Nacional, cuya pensión es de 2000 pesos mensuales, dinero que dice no le alcanza para vivir, por lo que sigue como comisionado vendiendo sus billetes de lotería.

Al principio decíamos un personaje típico, esto como resultado que por más de 40 años siempre se la ha visto en la esquina de la calle Hidalgo y la Avenida México, y a sus 87 años don Lino sigue en pie, sano, ve bien, escucha bien, pero dice, – «ya no como bien, pues ahora ya ando comiendo cualquier cosa y poquito para que no me haga daño. Me acuerdo cuando vivía en el campo, allá se vivía bien, había mucho que comer, pero ya se acabó todo. Claro que para conservarme sano te diré una cosa, – me dice muy serio, yo desde los 17 años no tomo».

A pesar de tantos años vendiendo billetes de lotería solo dice tener un cliente cautivo, es decir, que no falla en comprarle, y recuerda gustoso, – «hace 23 años yo vendí el billete del premio mayor aquí en Tepic, y recuerdo que de todos los que ganaron, solo uno me dio 10 mil pesos, y te digo una cosa, hay pocos que han vendido el premio mayor».

Don Lino vive en la colonia Emilio M. González, diariamente toma su camión para llegar al punto de venta, de 9 a dos de la tarde, es casado y su esposa también vive aun, este matrimonio procreo 5 hijos, de los cuales  2 viven en Tijuana, Baja California, 1 en Tuxpan, Nayarit, y otro aquí en la capital, del faltante no nos dijo nada, respetamos su decisión.

Este hombre a sus 87 años es en ejemplo de vida y de dedicación al trabajo, pues cuántos jóvenes no hay que en lugar de trabajar mejor se dedican a causar lastimas pidiendo dinero o lo más cómodo, en las esquinas limpiando parabrisas, don Lino honradamente diario se lleva sus cien pesos, pero dice, ya no se venden los billetes igual desde que salieron los ráscales.

Por lo que si usted querido lector, algún día quiere tocar a la suerte, ya sabe donde se encuentra don Lino el «VENDEDOR DE ILUSIONES».

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