DIMENSION POLÍTICA 533
Por EZEQUIEL PARRA ALTAMIRANO
Bien llevado, nos genera múltiples satisfacciones
Así conocimos a Celso Humberto Delgado Ramírez
Y por supuesto a Manuel Humberto Cota Jiménez
Su sencillez lo ha hecho ganar puños de seguidores
Al grado de acudir a casa a comer con nosotros.
ESTA APASIONAD misión del periodismo que ejercemos con una entrega total pues lo consideramos de una gran oportunidad para servir a los demás a través de la comunicación de ida y vuelta, y que abrazamos desde mediados de 1973 en Monterrey, Nuevo León, que proseguimos en Ciudad Victoria y en Reynosa, Tamaulipas, para finalmente regresar a nuestra tierra de origen, Nayarit, donde desde el año de 1987 nos “estacionamos” definitivamente ya con nuestro título universitario de abogado que como lo prometimos llevamos a nuestros padres Doña Lupita y Don Santiago (QEPD) a la casa donde habitan en Ixtlán del Río –de cuyos muros interiores penden también los títulos universitarios de mis hermanos Celia, Jesús y Santiago–, nos ha dado la oportunidad de vivir memorables experiencias y conocer todo tipo de personajes entrañables, entre ellos al actual Cónsul de México en el estado de Idaho en la Unión Americana e inolvidable Gobernador del Estado de Nayarit de 1987 a 1993, Celso Humberto Delgado Ramírez y su entrañable esposa, señora María Eugenia Espriú de Delgado.
Por ejemplo en Tamaulipas, a fuerza de cubrir todos los días la fuente de Palacio de Gobierno en su capital, y de las varias entrevistas de fondo que le hicimos para el diario El Mercurio del que fuimos fundadores en abril de 1974 desde nuestro papel de Jefe de Redacción, iniciamos una cercana amistad no solamente con el propietario del periódico, Don José Villarreal Caballero y su amable esposa la señora Magdalena Saldívar –quienes a la postre serían padrinos del matrimonio que formamos Martita y el autor de estas líneas–, sino con el entonces gobernador Enrique Cárdenas González, su respetable esposa Doña Bertha del Avellano de Cárdenas y sus hijos, especialmente Pepe, con quien convivimos diariamente a partir de 1984 cuando desde su condición de presidente del consejo de administración del periódico El Diario de Ciudad Victoria, nos invitó a sumarnos como Subdirector general donde nos empleamos hasta enero de 1987, en cuyos primeros días regresamos a Nayarit, gentilmente invitados por el entonces candidato del PRI a la Gubernatura, Delgado Ramírez.
LOS CLAROSCUROS
Esto del periodismo, que siendo una profesión de lo más importante pues trata ni más ni menos que de informar con veracidad, objetividad y oportunidad a nuestros lectores, al teleauditorio o bien a los radioescuchas de lo que ocurre en nuestro entorno local, regional y nacional, es un medio al que desafortunadamente suelen arribar personas sin vocación que por ver la oportunidad NO de servir sino de servirse, distorsionan la realidad, difunden verdades a medias o agreden sin la menor consideración metiéndose sin escrúpulos con la vida privada de las personas que para nosotros es sagrada, al llevar a sus páginas verdaderos libelos tras proferir consignas y amenazas como aquella de “o me pagas, o cuídate ya NO de lo que te sé, sino de lo que te puedo inventar”.
DENTRO Y FUERA DEL MOSTRADOR
Como periodistas, a nosotros nos ha tocado la suerte de estar en los dos lados del “mostrador”, es decir, durante prácticamente toda nuestra vida profesional que ya suman 44 años, la hemos pasado dentro o fuera de los periódicos laborando como ayudante de reportero, secretario y jefe de redacción, subdirector o director general, pero también hemos servido cinco años, primero como subsecretario y luego como secretario de Información y Propaganda del Comité Directivo Estatal del PRI en Tamaulipas, o como coordinador general de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Nayarit por tres años (1987 – 1990), en tanto que por otros tres años servimos a nuestro pueblo como presidente municipal de 1990 a 1993, para luego pasar a fundar el periódico El Regional que por problemas de salud tuvimos que vender en 1998, y más tarde la revista Junio 7, ahora en receso.
AMIGOS ENTRAÑABLES
Todo este recuento de cosas ha sido como una especie de introducción para decir que gracias al periodismo conocimos en Reynosa, al doctor Efraín Martínez Rendón, ya desaparecido, con quien ganamos por el PRI una contienda electoral difícil hasta llevarlo a la Presidencia Municipal tras ganarle al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), entonces muy arraigado en aquella frontera junto con Nuevo Laredo, Matamoros, El Mante y otros municipios.
Conocimos en esa misma campaña al profesor Salvador Estrada y su esposa Hilda Esther, propietario él de una imprenta y una papelería que de alguna forma estaba especializado en producir todo tipo de carteles, engomados, folletos, trípticos, mantas y demás implementos de propaganda política, con quienes hicimos tan grata amistad que finalizamos haciéndonos compadres pues fueron ellos quienes aceptaron llevar a la pila bautismal a Marisol, nuestra pequeña hija nacida en aquel municipio fronterizo.
Recordamos con agrado a nuestros amigos Casimiro Basoria Mata, Rodolfo Martínez Galván, Juan Enrique Flores Caballero, Manuel M. Flores, Melitón Guevara Castillo, Pepe Walle Juárez, Andrés Espinosa, Andrés Pérez Flores, Luis Enrique Arreola Loperena, Jesús Lavín Flores, Magdaleno Mata Blanco, Edmundo Lozano Calzado, Heriberto de Anda, José Luis de Anda Yansey, Blas Abundis, Josefinas Hernández Ayala, Ramiro y Pepe González Sosa, Bernabé Calderón, Mirta González, Efraín Flores Almazán, Eduardo Pérez Castañeda, Jaime Báez Rodríguez, Joaquín Contreras Cantú, Pedro Reyes Martínez, Ramón Durón Ruiz, José Bruno del Río Cruz, entre muchos otros.
¡Y MANUEL COTA JIMÉNEZ!
Pero si de alguien hay que acordarse por su sencillez y don de gentes, es del contador público Manuel Humberto Cota Jiménez, a quien tuvimos el agrado de conocer en los primeros meses de 1987, siempre entre los cuadros de valía del PRI en Nayarit.
Como sabemos, luego de entregarse por entero a servirle a su partido tanto en la entidad como en otros estados del país que lo pedían prestado para que los ayudara en la organización de los procesos electorales, y tras regresar a su tierra con la satisfacción del triunfo, Manuel Cota fue postulado a Regidor por el ayuntamiento de Tepic.
Desde entonces no perdió jamás una elección pues fue diputado líder del Poder Legislativo, Presidente Municipal, Diputado Federal, Senador de la República y presidente de la influyente Comisión de Agricultura y Ganadería del Senado, así como presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) cargo que lo dio a conocer en todo el país.
MANUEL EN NUESTRA CASA
Un día de tantos, cuando Manuel visitó en su precampaña para Gobernador Ixtlán del Río, muy temprano fuimos invitados por él al evento, ocasión que aprovechamos para invitarlo también a comer ese día en nuestra casa paterna.
A pesar de que ya tenía otras invitaciones, luego de aceptar nos pidió que lo esperásemos al final del evento para que nos trasladáramos juntos a nuestro domicilio y así lo hicimos.
Mi madre Lupita, por supuesto, junto con toda la familia nos sentimos muy honrados por su presencia, inclusive al llegar, por su elevada estatura casi se tuvo que agachar para no golpear su cabeza con el marco de la puerta.
Así que comimos, convivimos, nos relató su origen humilde como hijo de un trabajador ferrocarrilero y su mamá, ama de casa, siendo hijo único.
De la emoción de verlo en nuestra casa y tras conocer que se quedó sin sus progenitores, nos atrevimos a pedirle que aceptara una bendición personal de mi madre, que no solamente aceptó de buen grado sino que desde entonces, en cada ocasión que nos encontramos,. Suele preguntarnos:
-¿Y cómo está Doña Lupita?
Cosa que siempre agradecemos.
Por hoy es todo y mañana será otro día.
¡CONSUMATUM EST!
¿Alguna opinión? Escríbame: