La Yunta

Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! Ahora sí que alguien me explique, somos un estado muy jodido económicamente, no hay empleo, y al no haber este no hay dinero circulante, este gobierno cacaraqueo «GRANDES OBRAS», donde la inversión fueron miles de millones de pesos, pero, aun así, nuestra economía está por los suelos ya que el dinero se lo llevaron unos cuantos, y qué lástima que estamos a unos días de que cientos de nuevos profesionistas egresados de nuestras universidades se den de topes contra la pared al darse cuenta que no encontrarán trabajo.

Pero bueno, ese será otro tema, ahora lo importante es hacer un recuento de las «GRANDES OBRAS», no hablaremos de años sino de este sexenio, primero, dentro de las grandes obras del «ENANO» de Gianni Ramírez, estuvo la terminación del Bulevar Gobernadores, obra que a unos días de su inauguración quedó tachada como inservible, pues se pensaba que no causaría inundaciones y sin embargo las causó.

Pues el paso de las vías por dicho bulevar quedó peor, ahora las inundaciones ya alcanzan las casas aledañas que antes no se inundaban, luego se encuentra el paso del segundo semáforo de la misma avenida, ahí los encharcamientos ahora suben más que antes, pues ahora llegan alcanzar hasta los sesenta centímetros de altura, antes no los había porque ahí había un cauce natural del agua que fue sellado.

Por lo tanto, esta magna obra valió como dicen en mi rancho, para siete chingadas, por la avenida Insurgentes también se metió una tubería para las aguas pluviales, de esto se dijo que ayudaría a que la avenida Insurgentes ya no se inundara en la parte de Chedraui a la calle Egipto, cosa que tampoco sirvió, las inundaciones de  lluvias tras lluvias siguen igual.

Otro pendejaso fue la GRAN OBRA de entubar las aguas pluviales frente al Tecnológico de Tepic, esta obra les debe de haber salido más cara por la reparación del pavimento, pero bueno, la verdad es que no sirvió para nada, pues en cada lluvia se hace un gran encharcamiento como el que se hacía antes de que el Gobierno del Estado enterrara ahí tanto dinero, digo, según las cuentas de Contraloría y el Órgano de Fiscalización.

Así podría enumerar muchas otras obras más destinadas a la misma intención, que como todos saben no han servido para nada, perdón, si han servido de tapadera, unicamente para justificar los gastos del gobierno, pero las consecuencias no las sufren ni el Gobernador, ni Gianni ni ningún otro secretario, el pueblo es el que al final de cuentas paga los platos rotos.

Ahora por ejemplo, van varias veces que nuestra capital sufre severas inundaciones, y hasta ahora no se ha visto que la Secretaria que dirige Gianni Ramírez comience a trabajar, no hay proyecto para reestructurar los canales que cruzan el área habitacional de la Cantera donde la gente que vive por allá ya no siente lo duro, sino lo tupido, y nuestras autoridades como ya se van se están haciendo los desentendidos.

Toda nuestra ciudad está destrozada por las lluvias y esto no parece importarles, el día de hoy todavía no llegaba la ayuda para la gente damnificada de la Cantera por parte del gobierno, las únicas que estaban solicitando ayuda son las Asociaciones Civiles, pero hay que tener en cuenta que la responsabilidad no es de ellos, sino de quienes nos gobiernan.

No cabe duda, «qué lindo es Nayarit», otra de las preguntas que siempre se han hecho es, que hasta ahora ninguna autoridad ha llamado a cuentas a los fraccionadores, mismos que con el «MOCHE» CONSTRUYERON ASENTAMIENTOS DONDE POR LA FATBILIDAD DEL SUELO NO ERAN PARA USO HABITACIONAL. ¿Dónde están los responsables?

Pero qué podemos esperar de un estado donde impera la corrupción, donde aplica bien el dicho que dice, «poderoso caballero es don dinero», y la muestra está en miles de casas construidas en terrenos altamente peligrosos por deslaves y corrientes naturales de aguas pluviales, esta es la realidad, que mientras la gente humilde que con trabajos se hace de una casita en terrenos peligrosos, los políticos con esto se hacen multimillonarios.

Total, somos nayaritas, somos de esta tierra cuna de valientes, y como dicen por ahí, «no nos queda de otra, más que aguantar»: VIVA MÉXICO señores.