Quiénes son los culpables de lo que sucede en el penal Venustiano Carranza

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Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! Sé que al escribir esto muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero desgraciadamente es la pura verdad. Durante muchos años he visto pasar muy de cerca a muchos gobiernos y gobernantes, y me da una lástima que mis compañeros periodistas ahora hagan alarde de lo que está sucediendo en el Penal Venustiano Carranza y no se preocupen por ver el meollo del asunto. Esta narración es para que la sociedad se dé cuenta del hacinamiento en que viven los internos y que para nadie es un secreto.

Así es que daremos una vuelta al pasado. Allá a mediados de los años sesentas fue construido el penal Venustiano Carranza en el lugar donde se encuentra, este con una superficie de tres hectáreas, por lo que para aquellos años su capacidad de albergar a seiscientos internos era suficiente, ya que anteriormente parte del Palacio de Gobierno por la calle Mina funcionaba como penal, esto nos da una idea de cuantos internos había recluidos ahí.

Por lo que de acuerdo a la época, y a la población de nuestro bellos estado, el Venustiano Carranza era un gigante, que por cierto, soportó varias décadas hasta a mediados de los noventas que la modernidad nos alcanzó y la delincuencia y nuestra demografía también creció. ¿A quién se puede culpar por eso?, al gobierno que no se le adelantó al futuro, o al crecimiento de nuestra población.

Lo cierto es, que actualmente el Penal alberga a más de 2,400 internos, más de cuatro veces su capacidad de albergue, o sea, para entendernos, puede decirse que es un pueblo dentro de otro pueblo, donde se puede decir que sí hay entre la población un autogobierno, pues es imposible que con esa población las autoridades penitenciarias metan ahí donde ya no cabe una aguja a unos 500 custodios para que cuiden esa población.

Por otra parte, quién no ha tenido a un amigo, o a un familiar como interno, entonces no sabe nada y mucho menos debe de opinar, ejemplo, ahí hay alcohólicos, dragaditos, rateros, asesinos, violadores, parricidas y de todos los delitos que se puedan acumular, hasta aquí, todavía en el año 2009 todo fue tranquilidad,  pues el control de la autoridad y el autogobierno había logrado contener cualquier problema pese al hacinamiento.

Pero desgraciadamente llega el fatídico año 2010, aquí fue donde la puerca torció el rabo, pues los pobladores del Venustiano Carranza empezaron a tener como vecinos a sicarios y narcotraficantes, gente diferente a un raterillo o un violador, pues ahí no hay asesinos seriales ni mucho menos, pero los recién llegados si venían de la alta escuela sobre todo en el homicidio.

Y no solo llegaron presos de un solo grupo delictivo, sino que se sabe que dentro de los internos del penal hay gente perteneciente a cinco bandas del narcotráfico, bandas que en la calle se dieron con todo y que ahora dentro del penal siguen creyendo que están en la calle, y posiblemente sea por esto que se siguen pelando, pues aun no les ha caído el veinte que su tiempo de sicarios quedó atrás, que ahí encarcelados ya es otro cantar.

Pues un encarcelado ya no le sirve a ninguna banda del crimen organizado, y tampoco se puede creer que esa banda lo esté  manteniendo o dándole para que gaste dentro del penal para que siga peleando por ella, quizás en parte este sea el móvil de estas encarnizadas riñas, pero bueno, también hay otros pecados que en el sexenio pasado fueron prácticas que se dice se  llevaron a cabo dentro del penal.

Pero ¡ojo!, esto no lo hemos comprobado, pero de ser posible lo haremos, pues hay mucha gente que en su momento no quiso hablar, pero se dice, que tan solo a la llegada de un interno al Venustiano Carranza tenía que pagar «piso», y la cuota era de 1500 pesos, de ahí tenía que pagar su cama, aquí el precio por semana variaba de 100 a 300 pesos, luego estaba el pago de talacha, y por último el pago de la comida.

En la comida se dice, que muchas veces esta estaba echada a perder, pero que el interno comiera o no, tenía que pagarla. Y en cuanto a los muertos, en esos años no hubo de acuerdo a  publicaciones que ahora se hacen en las redes sociales, pero si hubo muchos suicidios dentro del penal que milagrosamente ya no se han dado.

Esto nos lleva hacernos muchas preguntas, ¿Dónde estuvo el Presidente de la Comisión los Derechos Humanos de Nayarit en el sexenio pasado?, y ¿dónde están las denuncias que en su momento hicieron los familiares de los internos por esos tratos inhumanos que recibieron? Por esto, y por muchas cosas más Huicot Rivas debe de darle la cara a la sociedad, pues ahora con este último acontecimiento dentro del penal ya hizo su aparición.

¿Por qué cuando Edgar Veytia dirigía la fiscalía nunca dio la cara por ningún interno? Aquí por dignidad Huicot Rivas debe de renunciar antes de que le caiga toda la mierda de los palos del gallinero, pese a todos estos pequeños detalles aquí narrados, hay quienes afirman que el nuevo gobierno es el culpable cuando apenas está por cumplir tres meses, no cabe duda que la política si es una mierda, preferible desinformar a la sociedad que perder una elección, digo, por la que se avecina y de esta ya están haciéndose de mulas Pedro.

Pero usted querido lector es el que tiene que sacar sus propias conclusiones, aquí solo le informamos y damos detalles de lo que sucede.

 

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