CRECE LA AMLOFOBIA CON LA CERCANIA DEL PRIMERO DE JULIO 2018

logoPor Octavio Camelo Romero

Una fobia es un trastorno de salud emocional o psicológica que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas. Suele catalogarse también como fobia, un sentimiento de odio o rechazo hacia algo que si bien, no es un trastorno de salud emocional, sí genera muchos problemas emocionales, sociales y políticos.

Por otra parte, el Trastorno de Ansiedad Social conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo persistente a una o más situaciones sociales, por temor a que resulten embarazosas.​ Este temor ha sido desencadenado por el escrutinio de la ciudadanía al sistema de gobierno del país y su transformación en apoyo a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.

La AMLOFOBIA como cualquier fobia, se centra en un miedo intenso y persistente al triunfo electoral del “peje” el primero de julio del 2018. El sentimiento del miedo al triunfo de AMLO en la jornada electoral es tan intenso, que los otros candidatos presidenciales y  sus dirigentes partidarios se ponen nerviosos tan sólo con pensar en tal situación e intenta esforzarse para controlar o suprimir la ansiedad mediante la guerra sucia y las campañas anti-peje.

Desde luego que toda crítica y autocrítica es un ejercicio que todos los candidatos y sus dirigentes partidarios debieran de realizar para transparentar y fortalecer la democracia. Sin embargo, está sucediendo lo contrario, sus discursos son de denostación y de encubrimiento. La violencia verbal, la discordia y el odio en lugar de proyectos, de propuestas, solo pueden generar más violencia, intolerancia y enfrentamiento social.

Pero a pesar de tal situación, conforme se acerca el día de la jornada electoral, el día primero de julio, las descalificaciones y ataques para Andrés Manuel López Obrador se intensifican y se multiplican.

De acuerdo con el proyecto de AMLO, una de sus preocupaciones es la situación de la juventud mexicana. Los jóvenes están viviendo en un México capitalista neoliberal donde existe una extrema centralización de la riqueza y una muy amplia popularización de la miseria.

En esta desigualdad social, a los jóvenes se les ha cancelado el futuro, y las autoridades lo único que han hecho es etiquetarlos como “ninis”, para significarlos que no estudian ni trabajan. Pero no han dicho que esta juventud no estudia porque el sistema educativo nacional y la educación pública son un fracaso.

Y estos jóvenes no trabajan porque sencillamente el país no ha crecido suficiente desde que lo indujeron por el sendero del neoliberalismo. Según AMLO los jóvenes no tienen la culpa de que no tengan oportunidades de progresar, por lo que afirmó, “hay que jalarlos de nuestro lado, porque si no los incorporamos nosotros, los incorpora la delincuencia”.

A los dos millones 600 mil jóvenes de todo el país que actualmente ni estudian ni trabajan, esto es, que son “ninis” les ofreció 3600 pesos mensuales y a los estudiantes de escasos recursos les ofreció 2400 pesos.

Para Andrés Manuel López Obrador debe haber un cambio en la política económica porque en los últimos 30 años el país no ha tenido crecimiento económico, o ha crecido muy poco la economía, la tasa de crecimiento anual en 29 años ha sido el 2.3%, y si atendemos al crecimiento per cápita prácticamente es cero.

Y si no hay crecimiento en la economía no se generan empleos. Y si no se generan empleos, si no hay trabajo, no puede haber bienestar. Y si no hay bienestar, no puede haber tranquilidad y paz  social. Por eso para AMLO, se tiene que cambiar la política económica. Y esto es lo que a los demás pretensos presidenciables no les gusta. En fin.

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