La Yunta

Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! No sé a quién se le ocurriría hacer este debate entre jóvenes representantes de las coaliciones de los partidos políticos, pero la verdad, ninguno de estos jóvenes aportó nada nuevo a la sociedad. En la organización del evento andaban varias jovencitas que por cierto, nunca se estuvieron quietas en un lugar, a sea, más bien pareciera una pasarela de belleza, pues lucían como los tigres, sus mejores garritas.

Claro que el Congreso del Estado asumió su papel, ese que ahora está de moda y le dicen “veda electoral”, pero sí prestaron el recinto para que se llevara a cabo este “gran debate”. No podemos negar que en la concurrencia había mucha gente, jóvenes de algunas escuelas  aun con el uniforme puesto, señal que por ser muy devotas a su partido, o fans de algún “concursante”, digo concursante porque más bien pareciera que se trató de que estos jóvenes supieran más de cada uno de sus candidatos que ahora contienden por la Presidencia de la Republica, senadurías y las diputaciones.

Había también gente mayor, no muchos, pero quizás los más seguidores de sus partidos. Ver estos jóvenes, no tan jóvenes, me recordó al Fugio, veterano con más de 40 años y  que aún sigue siendo líder de los estudiantes, eso sí, sin estudiar. Lo cierto es, que los panelistas al igual que los políticos de “carrera,” solo se dedicaron a denostar a cada uno a los candidatos de sus contrincantes.

Hablaron y Hablaron sandeces, y esto me recordó las habladas que ha hecho el presidente del PAN, del PRI y uno que otro Senador y Diputado Federal, siempre están en contra de todo y a la vez a favor de nada. Pues entre su pleitos de que tú, y de que aquel, la bolita nunca cae en algo concreto y la sociedad seguimos igual de jodidos.

Así estos jóvenes, sabían de memoria el slogan de campaña de López Obrador, los de Anaya y que decir los de Meade, pero el más jodido resultó López Obrador, ¿será que todos ya están llorando antes de que les peguen?, pero bueno, tan fregones que resultaron unos expertos en seguridad (estos fueron los del PRI),  a lo que en el derecho de réplica sus opositores les dijeron que si ya se les había olvidado como fue el gobierno de Roberto Sandoval, que fue el mismo fiscal Edgar Veytia quien dejó el estado todo volteado y que eso no se ha olvidado.

Por este y otros detalles más, se notó que la consigna que llevaban cuando menos dos coaliciones  en este debate era culpar al gobierno actual de la inseguridad que se vive entre los nayaritas, misma que por cierto, está bajando en estos últimos meses. Esto fue lo que nos hace pensar que todo esto es parte de la guerra que se vive en las campañas políticas cada que se acercan elecciones, solo que ahora es la misma función pero con diferentes artistas.

La verdad yo esperaba otra cosa, dije si son estudiantes universitarios en su debate darán a conocer algún proyecto para sacar adelante a nuestro estado y la gente de Nayarit tenga un mejor estilo de vida, pues el que vivimos es el mismo de hace cuarenta años y no ha cambiado nada. Pero bueno, no fue así, estos jóvenes que la tiran a políticos llevan la misma escuela de los dinosaurios que han gobernado Nayarit.

¡Qué triste se oye la lluvia en las casas de cartón!

Qué triste se oye la lluvia
en los techos de cartón
que triste vive mi gente
en las casas de cartón.

Viene bajando el obrero
casi arrastrando sus pasos
por el peso del sufrir
mira que es mucho sufrir
mira que pesa el sufrir.

Arriba deja la mujer preñada
abajo esta la ciudad
y se pierde en su maraña
Hoy es lo mismo de ayer
es un mundo sin mañana.

Qué triste se oye la lluvia
en los techos de cartón
que triste vive mi gente
en las casas de cartón.

Niños color de mi tierra
con sus mismas cicatrices
millonarios de lombrices
y por eso que tristes viven los niños
en las casas de cartón.

Qué triste se oye la lluvia
en los techos de cartón
que triste vive mi gente
en las casas de cartón.

Usted no lo va a creer
pero hay escuelas de perros
y les dan educación
pa que no muerdan los diarios
pero el patrón hace años
muchos años que
está mordiendo al obrero.

Qué triste se oye la lluvia
en los techos de cartón
que lejos pasa una esperanza
en las casas de cartón