La Yunta

Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! Unos días de descanso son muy buenos no cabe duda, así es que no los tomamos pero ya estamos de regreso para tenerlos como siempre, bien informados. Hablar de estos días sería presumir, pero bueno, estuvimos con un ojo al gato y el otro al garabato, San Blas, fue nuestro primer punto, ahí nos dimos cuenta de que algo andaba mal.

Digo, hubo muy poca gente comparada con años anteriores, quizás por la modorra que tiene desde hace tiempo la PROFECO. Los restaurantes en la playa con un cobro excesivo, y por si fuera poco unos platillos míseros, fuera de la realidad de su cobro, en los zarandeados te daban gato por liebre, te ofrecían pargo y te daban otro pescado cuyo costo es casi la mitad del precio del pargo en el mercado.

Pero ninguna autoridad se hizo presente para checar la regularización de los precios. Esto en la playa del “Borrego”, acá en el centro había taquerías que hasta 25 pesos estaban dando los tacos, aclaramos, no todas las taquerías tenían muchos clientes, y eso que el poco turismo que se vio era nacional, uno que otro gringo desbalagado, pero se podían contar con los dedos de las manos y todavía nos sobraban dedos.

Miércoles: Por la tarde llegan unas personas e instalan un gran entarimado frente a la puerta de la presidencia municipal, ese día no hubo nada, excepto algunas bandas que le tocaban a uno que otro borrachín lugareño, pues esos sí, los lugareños se veía que desde ese día comenzaron a echar la casa por la ventana, pues tanto hombres como mujeres se veía que andaban estrenando vestuario y el que no, lucía sus mejores ropas sin faltarles sus cervezas.

La Loca, desde temprano intentaba llamar la atención, pues se veía solo el local, pues la gente se concentró en la plaza, y eso fue hasta la madrugada, borrachera y con música de banda quién tuvo para pagarla.

Jueves: Mis acompañantes y yo, o sea, un hermano, sus hijos y una nuera de él, muy temprano iniciamos nuestro itinerario, primero nos fuimos a la playa de “Platanitos”, a la entrada se encontraba una mujer cobrando diez pesos por persona, si el vehículo llevaba diez personas eran cien pesos, si llevaba dos eran veinte pesos, debo decir que esto incluía el estacionamiento, ahí, de valet parking se encontraba el personal de Tránsito del Estado y otros civiles, eso sí, quedaban muy bien acomodados los vehículos.

Ese día la playa cuando menos debería de tener casi tres mil personas, pues todo estaba lleno, los agentes de tránsito nos recomendaran el restaurant “Ruiz”, al cual no entramos, sino que nos fuimos a otro, más tarde nos daríamos cuenta de que en ese restaurant comía el personal de gobierno que ahí estaba trabajando, quizás por eso para ellos es el mejor restaurant, bien dicen, a la gorra no hay quien le corra y había que corresponder.

Debo decir, que poco más de las tres de la tarde nos regresamos a San Blas, y a esa hora aun no pasaba nada del incidente que hizo que el torpe y bueno para nada encargado de Protección Civil Estatal cerrara la playa y la declara en alerta roja, no cabe duda que tiene buen padrino, pues este chavalo ha hecho pendejada tras pendejada y no pasa nada, sigue siendo el rey.

Total, como buen guía de turistas le dije a mis familiares, “vamos para que conozcan la Contaduría”, y, trágame tierra, mejor no hubiera dicho nada. Subimos, a la entrada de pronto quien sabe de dónde sale una jovencita y nos dice, “son diez pesos por persona para que puedan pasar”. Eso sí, el empedrado lucia muy bien junto con sus banquetas, a los lados cuadros alusivos al viacrucis, y lo clásico, algunas palmer nativas que no es por nada, sí le dan una buena vista.

Llegamos hasta arriba, estacionamos los vehículos y había dos tipos ahí, uno regordete, el otro un flaco de lentes, que más tarde nos dimos cuenta que él era el compositor de la canción la Loca de San Blas que hiciera famosa Mana, bueno, eso dijo el mismo. Claro que a nosotros no nos dijo nada, sino a un grupo de mujeres que llegó a la par de nosotros, quizás no nos peló, ni nos invitó al grupo porque éramos puros machos solo una hembra.

Total, si vienes de la playa y te tomaste unas cervezas, la lógica es que tienes que orinar, hay un baño arriba y cobran cinco pesos por entrar, luego nos dirigimos a ver el edificio, un monumento al “Cura Mercado” defensor del fuerte, unas fotografías alusivas en el interior, y lo peor, ahí donde entra la gente a ver estas fotografías hay una biga sostenida solo con la voluntad de dios, que ojalá y un día no le vaya a caer a algún o algunos visitantes.

Pero como siempre, no faltó el prietito en el arroz, mis familiares son chilangos, nacidos en la Ciudad de México a excepción de mi hermano que es Cora legítimo de esta ciudad capital, pues pidieron un folleto informativo y la sorpresa fue que no tenían nada. Aquí es donde uno se pregunta, ¿Quién se encarga con este paseo “turístico, el ayuntamiento de San Blas o la Secretaría de Turismo?

Quien sea, cuando menos con lo que cobran que hagan unos trípticos, pero bueno, que podemos esperar de la presidenta municipal que de cultura no tiene nada, aquí con esto se demuestra que solo lo que quieren es sacar dinero de donde salga, pero bueno, me avente mi spich como nayarita que soy, cuando menos mis sobrinos tendrán que buscar la historia completa de esta contaduría por internet.

De regreso al hotel nos dimos una manita de gato y nos fuimos a la plaza, de nuevo desde temprano ya corría a raudales el alcohol, y la verdad, yo no sé para que hicieron el gasto del entarimado, pues poco después de las siete de la noche (seguimos con el jueves), inició a bailar un ballet, eso sí, apenas llevaba dos a tres bailables cuando en las esquinas de la plaza en bocacalles y arriba de ella se instalaron grupos musicales y bandas con bocinas, y casi a las ocho de la noche sin que el ballet terminara su actuación comenzaron a tocar por todos lados.

Esto fue una falta de respeto hacia el ballet, sí la presidenta no metió orden en esto, mejor no los hubiera invitado, que poca madre erda’ de dios.

Bueno, es mucho lo que hay que platicar, pero para no cansarlos hoy luego les daremos el final de todo esto, pues también está el pleito entre municipios de quién es el dueño de “Platanitos” pero eso luego se los daremos a conocer.