COMO TE VES ME VI, Y COMO ME VES TE VERÁS

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Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! Qué triste es llegar a ser un adulto mayor, pertenezco a la generación de los 50s’, veo que ahora con esta pandemia del COVID-19 nuestra generación no es ya bien vista por nuestra sociedad y nuestro gobierno. Estas dos generaciones de los 50s’ y los 60s’ se puede decir que hemos sido la cimentación demuestra nación. ¿Por qué? Esto es muy sencillo de deducir, a estas generaciones nos tocó entrar de lleno a la era de la educación obligatoria, laica y gratuita.

Pues recordemos que nuestro país venía de una devastación dejada por la Revolución, luego la Cristeada, y siguieron los movimientos políticos para luego llegar en 1938, esta fue la última etapa fuerte de reconstrucción de nuestra economía con la Expropiación petrolera, iniciando casi al mismo tiempo la segunda guerra mundial, donde se viene la recesión económica mundial, es por eso que digo que, en los 50s’ el agua había vuelto a su cauce.

Hoy por hoy, en estas edades están los mejores maestros universitarios, y la mayoría de profesionistas educados con las bases antiguas, pero bien cimentadas de lo que alguna vez fueron llamados “Valores Morales” que rigieron y formaron a nuestra sociedad. Hoy todos estos Adultos Mayores somos vistos como bichos raros, al parecer ya se les olvidó que hemos sido parte fundamental de todo nuestro entorno social de una manera u otra.

Primero. El Gobierno Federal había tomado la decisión de que en esta pandemia los adultos mayores quedáramos en segundo término en la atención sanitaria, que la prioridad eran jóvenes, mujeres y niños. O sea, nos estaban condenado a una posible muerte segura negándonos la atención médica a la que como ciudadanos mexicanos tenemos derechos a ella por mandato constitucional.

Segundo. El mismo Gobierno Federal deja indefensos a millones de adultos mayores, pues extiende los apoyos “económicos” de 65 años que estaban, a 68 años que ahora al parecer ya está estipulado en la ley. Pues de acuerdo a la misma ley, a partir de los 60 años ya eres adulto mayor, entras a la etapa de que sí aún eres productivo ya no te darán trabajo, si lograste una mísera pensión qué bueno, pero si no la tienes tendrás que esperar ocho largos años para que tu esfuerzo se vea compensado con 2 mil 500 pesos bimestrales.

Así es, que mientras tanto, todos estos millones de adultos mayores que son estas generaciones las que más poblaron a nuestro querido México, ya que recordemos que todavía no existía el control de la natalidad como actualmente existe, en aquellos años las familias eran numerosas, pues llegó haber familias con 18 hijos, y de ahí para abajo. Y esto fue lo que no tomó en cuenta el gobierno, que los que fueron más productivos para el país ahora se encuentran indefensos y son llamados adultos mayores, que no se les olvide.

Tercero. Hoy los adultos mayores somos vistos como gente rara, casi estamos a punto de ser excluidos de nuestra amable sociedad, aun cuando hemos sido testigos y partícipes de los cambios culturales, económicos, educativos, políticos y sociales de nuestro país. Hemos sido parte de la construcción de una vida mejor para nuestros jóvenes, y con todo esto somos el estorbo para la sociedad y nuestro gobierno, qué lástima.

Gracias sociedad porque no se te olvidó que estas generaciones siempre estuvimos listos para trabajar y acostumbrados a madrugar. ¿por qué digo esto? Pues porque ahora si queremos ir de compras para nuestra despensa a cualquier tienda de conveniencia, tenemos como privilegio el primer horario que es de 7 a 9 de la mañana. ¿Por qué este horario? Pues se supone que somos por ahora una de las clases más vulnerables y aún así tenemos que madrugar.

Hace días sentí la mayor impotencia de mi vida, esto cuando fui a comprar algo de despensa, pues yo no tengo quien vaya hacer compras por mí, no diré el nombre de esta tienda, pero la verdad no sabía de esta disposición, ni tampoco quién fue el que la tomó, pero un tipo de seguridad con aire prepotente me dice, ¿cuántos años tiene? -Me le quedo viendo, y antes que le dijera algo de nuevo me dice. ¿Trae su credencial de elector? -Sí le contesté. Pues démela para verla.

-Oye le dije, ¿Acaso hice algo o qué?, me contesta de nuevo ya mal humorado, -que me la de, sino no entra a la tienda. Por lo que se la di, la ve. y me dice, ¿acaso no sabe que ustedes los adultos solo pueden entra a la tienda de 7 a 9 de la mañana?, usted ya no entra hoy, vengase hasta mañana. Por primera vez en mi vida sentí la más grande humillación por un jovenzuelo pendejo. A mis espaldas, y que yo no me había dado cuenta, había una joven que había escuchado el trato que acaba de recibir, a la cual le doy las gracias desde aquí de nuevo, me pone su mano en el hombro después de ver el circo que me había armado el guardia de seguridad y me dice. -Señor no se preocupe, si gusta yo le compro su mandado.

Es por eso que digo, ¿cuánto valemos ahora para la sociedad los adultos mayores? ¿Dónde están aquellos valores morales que rigen nuestra podrida sociedad? Creo que se les olvidó que nosotros somos los pilares de la modernidad, que nos hemos ganado nuestro lugar en esta sociedad, no que nos tengan lástima, pero si que nos den la oportunidad de seguir viviendo como lo habíamos hecho, no somos apestados para que nos obliguen a salir a la calle a temprana hora, pero afortunadamente y gracias a dios estamos acostumbrados a madrugar.

Hay muchas cosas que platicar sobre la tercera edad, pero para nuestra juventud esto todavía no es entendible, solo quiero que entiendan que muchos aun trabajamos y otros ya no, pero fuimos productivos y lo seremos siendo porque lo que se aprende nunca se olvida. Estoy muy sentido, pero les diré una cosa, y que no se les olvide: COMO TE VES ME VI, Y COMO ME VEN SE VERÁN.

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