Por: Octavio Camelo Romero
La derecha mexicana apoyada por la derecha norteamericana ha estado tratando de darle un golpe de Estado suave al presidente López Obrador desde que éste ganó las elecciones presidenciales en julio del 2018.
Se comprobó que el gobierno de los Estados Unidos ha financiado a la derecha mexicana disfrazada de asociación civil, “mexicanos contra la corrupción y la impunidad” la cual ha recibido de la embajada de EEUU varios millones de dólares. Dicho grupo se ha estado reuniendo para evaluar el impacto de la estrategia política diseñada por ellos. Se dice que a tales reuniones han asistido dirigentes del PRI, PAN, PRD, MC, de la COPARMEX, del CCE, de directores de medios de comunicación, etc.
Inmersa en un anticomunismo trasnochado y en una escalofriante ignorancia, la derecha se opone a cualquier modelo de auténtica participación democrática, acusándolo de comunista, socialista o populista. Se comportan como si viviéramos en la época de las catacumbas, de la época medieval o simplemente del fascismo.
Por su oscurantismo no se han percatado que el mundo ha cambiado su modo de vivir, su modo de ver las cosas, su modo de comportarse socialmente, su modo de producir los medios de vida y su modo de producir la ciencia y la tecnología y con ellos, producir los medios de producción en general. Las condiciones de vida de hoy no son las mismas que las condiciones de vida de mediados del siglo pasado. En la actualidad la velocidad y la aceleración de la innovación en la producción de bienes y servicios son altísimas.
Se están dando los cambios tan rápidos y violentos a tal grado que el periodo de obsolescencia se ha reducido a dos o tres años en algunos sectores productivos. Pero, además, los equipos innovadores han abandonado la verticalidad por la horizontalidad, la individualidad por la sociabilidad, han abrazado el trabajo colaborativo y han llegado incluso hasta la innovación pública y abierta, utilizando para ella al Internet y a la Red de Redes. Por eso la vida democrática considerada como “comunista” solo puede estar en las mentes obtusas de una derecha ignorante y fascista.
En su lucha contra la democracia, la derecha ha buscado por todos los medios generar la ingobernabilidad para en combinación con la derecha de los Poderes Legislativo y Judicial, darle el golpe de Estado al presidente López Obrador. Dentro de sus estrategias, ha diseñado una campaña de desprestigio a toda la familia del presidente y de descrédito al partido MORENA y a su fundador.
Buscan ganar posiciones políticas como lo lograron en la Ciudad de México, bastión importante de la 4T. Y ganar la revocación de mandato en el año 2022. Para tal propósito pusieron a prueba un mecanismo electoral con la consulta ciudadana del primero de agosto del presente año, que les resultó exitosa.
Se trataba de impedir que acudiera a las urnas el 40 por ciento de los ciudadanos mexicanos para impedir de esa manera que se juzgara a los expresidentes. Cosa que se logró, pues solo asistió a votar el 7 por ciento, aunque más del noventa por ciento de ellos votaron por él “SI”.
Sin embargo, la estrategia de la derecha fue exitosa al usar al INE para que redujera a una tercera parte el número de casillas y las ubicara en lugares poco conocidos por la población. Seguramente algo semejante harán en 2022 con la revocación de mandato. En fin.