Por: Octavio Camelo Romero
Palabras más palabras menos, con la firma de este convenio la SEP se compromete a aportar recursos públicos federales extraordinarios no regularizables para enfrentar el déficit presupuestal de la UAN para el cierre del ejercicio fiscal 2021.
Por su parte el Ejecutivo Estatal se compromete también a aportar recursos públicos extraordinarios no regularizables, y la UAN se compromete a ejercer dichos recursos para enfrentar el déficit presupuestal para el cierre del ejercicio fiscal 2021.
Hasta aquí todo está de color de rosa. Sin embargo, tales apoyos tienen un costo. Y el costo es que la UAN informe del ejercicio de recursos, transparente dicho ejercicio, permita que las autoridades competentes auditen, etc., y lo demás que corresponde a la fiscalización del presupuesto y de su ejercicio.
O sea, cuidarles las manos a las autoridades universitarias, lo cual está muy bien. Sin embargo, hay otras restricciones que se traducen en una disminución de prestaciones y una nivelación del sueldo de los docentes con la media nacional. Actualmente los académicos de la UAN son los peores pagados en comparación con el resto de las universidades.
Además de las acciones de austeridad impuestas a la burocracia administrativa de la UAN, lo cual está muy bien, se tienen las siguientes restricciones que afectan a los docentes:
Eliminar el pago del tiempo extraordinario.
Eliminar el pago de suplencias.
Incrementar la matrícula a 27 alumnos por profesor.
Eliminar fondo de ahorro.
Eliminar ayuda a guarderías.
Eliminar ayuda para útiles, instrumentos y materiales de trabajo.
Eliminar canastilla de maternidad y ayuda de lactancia.
Eliminar bono para material escolar y
Eliminar bono docente.
El impacto de estas eliminaciones no es muy sustancial si se incrementa el salario para nivelar a los académicos de la UAN con el salario de la media nacional. Creo que esa debe ser la contraprestación a la firma del presente convenio.
Y así salimos ganando los docentes nayaritas. Por lo pronto hay que firmar el presente convenio y un adendo donde se establezca un plazo razonable para la nivelación del sueldo equiparable a la media nacional vigente. En fin.