Por: Oscar Zúñiga

¡Hijo e’ su! No se confundan, primero: no es ley Navarro como le están llamando los trabajadores del SUTSEM, digo, porque son los únicos que han protestado por la actualización de la nueva Ley de Derechos y Justicia Laboral para los Trabajadores al Servicio del Estado. Pero veamos cuales son las razones del gobernador Navarro Quintero para que haya hecho la adecuación de esta ley obsoleta que desde hace muchos años estuvo fomentando la corrupción.

Y creo que esta es la palabra correcta “corrupción”, por lo tanto, y por lógica, el Congreso del Estado está en la misma sintonía que se mueve el gobernador, por lo que al enviar este su iniciativa al congreso, fue analizada por la Comisión de Trabajo y Previsión Social, y de ahí pasó al pleno para su aprobación, por lo que el congreso, pese a las amenazas de la octogenaria “líder” del SUTSEM Águeda Galicia Jiménez de boicotear la sesión del Congreso del Estado se llevó a cabo dicha sesión.

Aquí hay que elogiar a la presidenta del congreso Alba Cristal Espinoza, pues, sí Águeda la quiso asustar con el petate del muerto que durante muchos años ha usado ante los gobiernos, o en otras palabras, ella siempre ha usado la “intimidación”, Alba Cristal ayer demostró que también los tiene bien puestos, ya que llevó a cabo la sesión presencial, y no vía videoconferencia como se había dicho, y lo hizo sin miedo, y pese a las amenazas de Águeda, la dejó a entrar al recinto, a ella y a parte de sus huestes, mismos que dejaron a su paso las marcas de sus desmanes destrozando unas puertas del inmueble.

El duro golpe para esta “octagenaria” líder que ha vivido siempre del presupuesto, fue remachado en su presencia, simplemente la ley fue aprobada por unanimidad. Y que no quede ninguna duda querido lector, ¿Por qué hablamos de corrupción? ¡Ah! Pues porque los sindicatos burócratas y el SUTSEM durante años le han exigido al gobierno prerrogativas millonarias, esto por servir de comparsas a los gobiernos priistas que nunca le negaban nada a Galicia Jiménez.

Por ejemplo, el gobierno les daba a los líderes cierta cantidad de dinero que algunos llegaba hasta los 50 mil pesos mensuales, eso era personal. Luego, el gobierno corría con el gasto de mantenimiento de las oficinas sindicales como, papelería y todos los insumos incluyendo el pago a las secretarias que aparecían como “comisionadas”. También el gobierno corría con los gastos de las camionetas que usa Águeda Galicia y algunos otros líderes de otros sindicatos burócratas, incluyendo la gasolina, y aquí le podemos incluir como comisionados a todo el personal que labora en los centros vacacionales del SUTSEM.

Y por si este gasto fuera poco, desde hace décadas, en el SUTSEM, los “comisionados” (personal basificado que no labora en ninguna área de gobierno por dicha comisión), reciben su salario, más una jugosa compensación religiosamente cada quincena, y no son pocos, son bastantes, además que todos estos comisionados, al dejar dicha comisión, por cochupos adquiridos bajo la mesa en gobiernos anteriores, esos comisionados siguen cobrando su compensación de por vida, y de estos ya hay cientos.

Pues bien, así como aquí en la capital el Gobierno del Estado paga todas estas prerrogativas leoninas al SUTSEM, cada municipio, paga lo mismo que ya mencionamos líneas arriba a cada delegación sindical. Esta es otra de las razones por la cual muchos municipios están arruinados por estas leoninas cuotas de poder aplicadas por Águeda Galicia Jiménez. Pero estos líderes son listos, no cabe duda que sí, pues a sus agremiados les voltearon la verdad de esta ley, y repetimos, no va en contra del trabajador, va en contra de la corrupción de sus líderes.

Además, está muy claro que a los trabajadores sus derechos serán respetados, claro que a los trabajadores nuevos a partir de que esta ley se publique en el Diario Oficial, sus derechos que adquieran serán diferentes a los trabajadores que ya están basificados. Pero esto es lo que a los líderes no les conviene, pues a partir de esta publicación, ellos tendrán que pagar de las cuotas a los comisionados, comprar sus vehículos y pagar el mantenimiento de sus hasta ahora lujosas oficinas, por lo tanto, creemos que ya no habrá tanto comisionado.

Y esto no fue de ahora con Navarro Quintero, no, acuérdense que fue el gobierno anterior el que les aplicó primero esta nueva Ley Laboral, solo que el “charrito” le sacó a tener una confrontación como la que ahora culpan al doctor Navarro Quintero, pero ¡ojo! Lideres en extinción, llegaron al punto de matar a la “gallina de los huevos de oro”, pues ni Navarro Quintero, ni Alba Cristal Espinoza que tuvo la valentía de darle todo para delante a esta ley, le deben favores políticos a ningún sindicato.

Creo que eso fue lo que se le olvidó a Águeda Galicia, y no creemos que esto sea revanchismo político del Congreso, o del Ejecutivo, simplemente se le llama combate a la corrupción. De los sueldos de los trabajadores, es mentira que se morirán de hambre, pues son los mejores sueldos pagados en todo nuestro estado, y ni que decir de sus prestaciones, seguirán ganado lo mismo que no los asusten sus líderes, más bien exíjanles cuentas de sus cuotas que durante tantos años han “administrado” a su libre albedrío.

Bien por el gobernador Navarro Quintero y por la presidenta del Congreso del Estado Alba Cristal Espinoza, ahora sí podremos decir que llegó un sustancial ahorro al estado y municipios, y también podemos decir, que se acerca el ocaso de lo que un día los mismos gobiernos del PRI crearon como corporativismo político que ahora no es más que un triste recuerdo que llevo a la quiebra al estado a de paso a nuestra educación, pues estos sindicatos burócratas de hoy en adelante será muy difícil que algunos sobrevivan, pues no tendrán ya la manera de asustar o chantajear al gobierno.

Y para rematar, los lideres ya no podrán repartir las plazas sindicales a como estaban acostumbrados, digo, porque se dé buena fuente y confiable,  que muchos trabajadores compraron sus plazas en decenas de miles de pesos negociadas por los líderes o sus secuaces más cercanos, así las cosas, y no hay más que decir, simplemente que estos líderes “charros” nunca le hablaron con la verdad a los trabajadores de esta ley, y bien dice el dicho, “no tiene la culpa el indio, sino el que se lo hace compadre.