22 ABRIL, DÍA DE LUTO PARA GUADALAJARA, JALISCO

CON PRECAUCIÓN

Por: Sergio Mejía Cano

Este próximo 22 de abril de 2024 se cumplen 32 años de las terribles explosiones en el otrora sector Reforma, en Guadalajara, Jalisco. Terribles porque hubo muchas víctimas y una gran destrucción de fincas por la calle de Gante a lo largo de varias cuadras, además de otros sitios cercanos.

Las imágenes que se comenzaron a trasmitir casi de inmediato en la televisión mostraban los terribles daños causados como infinidad de inmuebles destruidos, así como vehículos sepultados y otros encima de los escombros, pero también mostraban a muchos voluntarios dedicados al rescate de gente que había quedado bajo los montones de tierra y ladrillos.

En un principio se dijo que esas explosiones las había generado una aceitera; sin embargo, posteriormente se afirmó que el desastre lo había causado una planta de Pemex situada al sur de la ciudad, por la avenida 18 de Marzo, en las inmediaciones en donde alguna vez estuvo la aviación de la Perla Tapatía.

El problema fue que de inmediato hubo personas, así como gran parte de la opinión pública y analistas que no aceptaron el hecho de que habían sido derrames de gasolina por parte de la planta de Pemex, por lo que de inmediato comenzaron a darse a conocer varias especulaciones al respecto, señalándose a la vez como también responsable al taller de locomotoras de ferrocarril que estaba en ese entonces en la esquina de las avenidas Circunvalación Agustín Yáñez y Enrique Díaz de León, supuestamente por haber derramado durante años diésel al drenaje y otros líquidos cuando se lavaban las máquinas en dicho taller, lo mismo que otras industrias más aledañas a las vías férreas, pues se decía que vertían todo tipo de líquidos al drenaje que, como la mayoría de toda la ciudad, descargaban -y siguen descargando- en lo que antes había sido el río San Juan de Dios, el que se convirtió en drenaje y posteriormente en el colector general de aguas negras y que descarga todo lo que le llegaba y le llega aún, al río Santiago, en la barranca de Huentitán o también conocida como de Oblatos.

Hubo investigadores que señalaron como causante al gas metano que genera el excremento humano, el que se había acumulado en la confluencia de la Calzada Independencia y la avenida Javier Mina-Juárez, en pleno barrio de San Juan de Dios, debido a que ha construir el túnel para la línea 2 del tren ligero se tuvo que hacer una especie de sifón en ese crucero, para que las aguas negras y tóxicas que acarreaba el colector general, pasaran por debajo del túnel del tren ligero, pero no por gravedad, sino que al llegar el drenaje a este crucero, se documentó que se había hecho una fosa por debajo de túnel en una forma como de “S”. Sin embargo, al llegar esas descargas a esas fosas, se dice que todo se fue acumulando y, por no tener la corriente la fuerza suficiente, todo lo acumulado fue generando más y más gases que se fueron desparramando por las calles aledañas y más allá.

Y en esto se basaban los investigadores debido a que, en marzo de 1983, hubo otra explosión en la calle Sierra Morena, en la colonia Independencia, del otrora sector Libertad, y muy cerda del Centro Médico de Occidente. Y si bien no se llegó a establecer de bien a bien quién era responsable, a lo único que se llegó fue a determinar que había sido excremento acumulado en el drenaje, debido al gas metano que genera este.

Pero también las teorías de la conspiración no se hicieron esperar, ya que se llegó a comentar que las explosiones del 22 de abril de 1992 habían sido a propósito, pero que les había fallado a los autores intelectuales atinarle a la calle Obregón, muy cercana al mercado Libertad, conocido más bien como de San Juan de Dios, y que es una zona altamente comercial. Según los teóricos conspiradores, la bolita estaba destinada para destruir varias manzanas entre la Calzada Independencia y la calle Belisario Domínguez o calle 26, al oriente de la ciudad, y de la avenida Revolución a la avenida Javier Mina; para, una vez limpiada la zona del escombro, construir ahí una gran plaza comercial. Obviamente que todo esto no era más que eso: una teoría de la conspiración generada por mentes calenturientas que nunca faltan; pero la idea germinó en varias personas. Sin embargo, lo que más prevaleció y ha prevalecido hasta la fecha, es el mentado sifón en el cruce de la Calzada Independencia y la avenida Javier Mina-Juárez, crucero en donde por más gasto económico que se ha hecho ahí, la hediondez nauseabunda es eterna. jamás ha desaparecido.

Sea pues. Vale.

 

 

 

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