Por: Oscar Zúñiga
¡Hijo e’ su! La marcha del sábado pasado, a pesar que se dice que fueron obligados la mayoría de los trabajadores a presentarse, no causó el efecto deseado por los líderes corruptos de los maestros y de la burocracia nayarita, pues la intención de asustar al gobernador Navarro Quintero no resultó, y tal parece que esto lo fortaleció más, esto de acuerdo a los resultados de un sondeo realizado entre sociedad.