¡Hijo e’ su! Queda demostrado de nuevo que contra la naturaleza nada se puede predecir. Desgraciadamente nuestros hermanos de la zona norte volvieron a sufrir los estragos de otro huracán. Aquí hay que reconocer que, pese a que las autoridades actuaron con prontitud, hasta hoy solo se pueden contar cuantiosos daños materiales en cientos de casas donde la gente desgraciadamente se volvió a quedar sin nada.