Manuel Aguilera Gómez
Es muy conocida la expresión de Sir Winston Churchill: “La democracia es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes”. Sin embargo, nadie nos alertó acerca de las demenciales sumas de dinero que se requerían para su funcionamiento. Las prácticas democráticas involucran negocios de dimensiones descomunales.