Por: Oscar Zúñiga
¡Hijo e’ su! Solo de pensar en qué pasará después de las elecciones se pone buena la cosa. Digo, no es por echarle más fuego a la hoguera, sino que ahora hay una bola de habladores y redentores de la democracia que escudados en las elecciones avientan caca que hasta embarran por donde van pasando.