Por: José Octavio Camelo Romero
La infancia, sobre todo, durante el primer año de vida, es el periodo en el que se producen los cambios más importantes en el sueño, dando lugar al patrón definitivo alrededor de la pubertad.
De forma general, se producen grandes cambios en la duración del sueño, en su distribución a lo largo del día, así como, en la proporción de cada una de sus fases. Estos cambios vienen determinados principalmente por factores endógenos, pero también por factores externos.