LENIN EN LA PERSPECTIVA TEÓRICA DEL IMPERIALISMO CONTEMPORÁNEO

logoPor: Octavio Camelo Romero

Recordemos que en el año 1919, Lenin se refirió a la “lucha global” entre “todos los países dependientes” y el “imperialismo internacional”. Pero las bases de la perspectiva dependentista aparecieron, por primera vez, en el seno de la Internacional Comunista durante su segundo congreso celebrado en 1920. Fue en esa ocasión que Lenin presentó su “Proyecto de tesis sobre las cuestiones nacional y colonial” al cual la Internacional Comunista le añadió como apéndice, sus “Tesis suplementarias” sobre el imperialismo y el subdesarrollo.

Según dichas Tesis, “Las superganancias obtenidas en las colonias constituyen el principal sostén del capitalismo moderno… El imperialismo… impuesto a los pueblos… les impidió desarrollarse social y económicamente… Debido a la política imperialista de impedir el desarrollo industrial… no pudo nacer allí una clase proletaria en el sentido estricto de la palabra… Las industrias… nativas fueron destruidas para hacerles lugar a los productos de las industrias… de los países imperialistas; en consecuencia se expulsó a una… población hacia el campo para producir granos y materias primas a fin de exportarlas a tierras extranjeras… El dominio foráneo ha entorpecido el libre desarrollo de las fuerzas sociales, por tanto, su derrota es el primer paso hacia una revolución…”

Esta perspectiva teórica fue desarrollada por Mao Tse Tung en China en 1926, y en el sexto congreso de la Internacional Comunista celebrada en 1928, que declaró que “las formas coloniales de explotación capitalista transfieren plusvalía a las metrópolis y obstaculizan el desarrollo de las fuerzas productivas”.

Similares puntos de vista tercermundistas fueron elaborados tras la Segunda Guerra Mundial en la Conferencia de Bandung de 1955. En las décadas de 1960 y 1970, la teoría de la dependencia llegó a identificarse con la izquierda de Latinoamérica. Dicha región se vio fuertemente influenciada por la Revolución cubana y por las ideas del Che Guevara. Por lo tanto, la perspectiva dependentista se desarrolló en los tres continentes del Sur a partir de las concepciones tempranas de Lenin.

Hoy una guerra entre las grandes potencias no parece constituir un peligro inminente. Pero la inestabilidad generada por el sistema imperialista hiperexplotador y expansionista de nuestros días, encabezado por Estados Unidos, sugiere una confrontación mortífera. Se supone que el propio cambio climático desestabilice la civilización y aumente la amenaza de una guerra mundial, lo que desembocaría en una destrucción del planeta.

La responsabilidad de la izquierda revolucionaria y no oportunista, consiste en enfrentarse en términos de Lenin, a “las contradicciones, los conflictos y las convulsiones –no solo económicas, sino también políticas, nacionales, etc.” que caracterizan nuestra era. Ello implica promover un movimiento global, desde las bases, cuyo reto sea el desmantelamiento del imperialismo, base misma del capitalismo contemporáneo, con el objetivo de crear un orden social más horizontal, igualitario, pacífico y sostenible, controlado por los productores asociados. En fin.

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